La cultura de Benjamín

Pablo Escandón Montenegro

Cada año vuelven las críticas. Cada año regresan los premios Espejo y se dan los informes de cuán bien está el sector, por parte de los funcionarios del Ministerio de Cultura e instituciones aliadas. Cada año se expresan los actores, los gestores, los músicos, los escritores…

Como en los funerales, la gente se acuerda del ‘muertito’ solo en el velatorio. En este día los medios y la opinión pública regresan a ver al sector de la cultura como existente, como motor social y del proceso de educación del ser humano, pero los demás días los temas son otros.

La cultura es una y es múltiple. Es un proceso que se construye por cada uno de nosotros para identificarnos, para decir esto somos y esto queremos con nuestras expresiones. Por ello, las artes y la cultura no son sinónimos, son complementos. Un arte dice de una cultura y esta se expresa mediante las artes.

El grafiti es una expresión de la cultura urbana, como el hip hop, el rap y el baile acrobático. El sanjuanito es una expresión de la cultura andina del norte. Así podríamos enumerar infinidad de expresiones culturales y sus representaciones sociales.

Las diversas expresiones artísticas son las que recordamos en este Día de la Cultura en este día ya debemos olvidarnos de la manida expresión de Benjamín Carrión, quien no vio en las artes una industria, como la definió Adorno, Benjamin (el Walter) y Horkheimer.

Cada año siguen los lamentos y arengas contra el Ministerio y las instituciones oficiales, así como los ditirambos de quienes las presiden y dirigen. Tenemos que ver cómo todos los que estamos inmiscuidos en las artes, las hagamos pensando en una forma de vida, no de mendicidad. Continuar así es seguir teniendo en la cabeza a Benjamín, no a Walter, y seguir pidiendo al papá Estado que nos dé plata.

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