Educación sexual

Durante este tiempo se encuentra en la palestra de discusión temas sobre género, sexualidad y educación, lo que personalmente me ha puesto pensar si estamos en camino a una concientización en la sociedad acerca de esto o si lo poco que se avanzó está en peligro de retroceder nuevamente, una disyuntiva que por el bien de nuestros hijos quisiera fuera la primera opción.

En el Ecuador existen estadísticas alarmantes acerca de embarazos en adolescentes, por ejemplo: en la Maternidad de Quito 3 de cada 10 partos atendidos durante el año 2017 fueron de niñas de entre 10 y 14 años, es decir 1.678 niñas dando a luz en un año, en un solo hospital, además en la última década el embarazo en menores de 15 años subió en un 74%, cifras que demuestran la extrema necesidad de que los adolescentes reciban educación sexual desde muy temprano desde casa y con información adecuada.

A propósito de la década anterior, en donde existió una estrategia intersectorial del estado, que involucraba a varios ministerios, tenía contenidos y actividades muy importantes para hablar de sexualidad con los adolescentes, la recordada estrategia Enipla y su “Habla serio, sexualidad sin misterios”, la misma que inexplicablemte fue suspendida por parte del gobierno, iniciativas como esta son impresindibles retomar en este momento.

Según un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito, asegura que el conocimiento sobre educación sexual no adelanta el inicio de la actividad sexual en los adolescentes, por el contrario lo retrasan. Debemos entonces como sociedad impulsar espacios para discutir y eliminar de una vez por todas los tabús acerca de sexualidad y desde casa no esperar que en la escuela, la iglesia, el estado o por otros medios nuestros hijos reciban información sobre este tema que necesita de una orientación e información para comenzar a mitigar estas estadísticas que son la realidad de los adolescentes.

En nuestra sociedad tradicionalista aún hay grupos que se oponen a que se hable de sexualidad o de la promoción de derechos sexuales y reproductivos, sin darnos cuenta que esto se nos esta yendo de las manos, lo que genera una problemática social de gran escala.