“La identidad debe ser lo último en morir: ese es mi lema”, dice la maestra Virginia Rosero, quien desde hace más de medio siglo se ha consolidado como uno de los referentes de la danza ecuatoriana.
Su Ballet Nacional, que ha llegado a escenarios nacionales e internacionales, conmemora 51 años de vida, en los cuales ha representado la danza, la música, los trajes y las tradiciones de la Costa, Sierra y Amazonía ecuatorianas.
Para celebrar su aniversario, la agrupación se presentará el 23 de agosto en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura (6 de Diciembre y Patria). Además, recibirá un reconocimiento por su trayectoria de parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP).
Tradiciones
Rosero, bailarina, coreógrafa e investigadora ambateña, explica que para cada puesta en escena es necesario un trabajo de investigación previo en el que participan sociólogos, musicólogos, bailarines, costureras y trabajadores del arte popular. La danza se lleva al escenario “luego de extraer de la tierra, de las costumbres y de la identidad lo que significa la simbología del vestuario, la música, la danza, la gastronomía”.
EL DATO
Más de 3.000 bailarines han interpretado las creaciones de la maestra Rosero.Para la ‘Paloma Tucurpilla’, como la llaman afectuosamente en su ciudad natal, muchas tradiciones de los pueblos ecuatorianos se han perdido o transformado a través del contacto con la modernidad y la cultura occidental, además de verse afectadas por los procesos de globalización y migración. Según explica, se ha mantenido la forma del folclor, pero sin su contenido: “Empezamos a perder la verdadera esencia de nuestra tradición”.
El Ballet Nacional intenta rescatar la riqueza de la danza, el vestuario e incluso la gastronomía de las tradiciones como parte de una búsqueda y reafirmación de la identidad ecuatoriana. Su directora comenta que el público “el momento en que ve una danza, se identifica, sus raíces le llaman”.
Internacional
TOME NOTA
Los pases gratuitos se pueden retirar en la Casa de la Cultura (6 de Diciembre y Patria).Rosero asegura que la agrupación ha sido pionera en llevar a los escenarios internacionales el folclor ecuatoriano. El Ballet se ha presentado en países como EE.UU., India, Turquía, Alemania, Italia, Rusia, México, Colombia, Venezuela, El Salvador y Japón.
“No necesitamos importar adornos de afuera, no necesitamos hacer un show de lentejuelas, si ya nuestro folclor es mágico por sí solo”, recalca.
Madre e hija
° “Aquí no hay que ser ‘mojigangas’-cuenta la Dra. Virginia Rosero que decía su madre- si te metes en esto, hay que hacerlo bien”. El Ballet Ecuatoriano de Virginia Rosero nació hace 51 años en Ambato, bajo la dirección de su madre, Inés Verdesoto, quien era coreógrafa y socióloga. Además de celebrar la trayectoria de su Ballet, Rosero también hará un homenaje a su madre.
La bailarina, coreógrafa e investigadora ambateña cuenta que su madre fue su primera maestra, y juntas se inspiraron en otros grupos de danza tradicional para crear su Ballet. “Tuve que colgar el tutú”, recuerda. Como conmemoración, el Ballet ha creado un premio institucional con el nombre de Inés Verdesoto, que se entregará a los músicos y bailarines que llevan más de 25 años en la agrupación.