Eduardo Naranjo Cruz
La gente olvida y no piensa, favoreciendo a “políticos” que se encaraman por la falta de análisis de los “ciudadanos”, de allí nace el concepto de “masas” dado por Ortega y Gasset a la gran sociedad contemplativa y crédula.
La gasolina súper ha tenido un incremento de precio en seis años del 78%, subiendo de 1,65 a 2,98 dólares el galón, en 2011 anunciaban una inversión de 200 millones para mejoramiento de las gasolinas, pero no era para invertir en el proceso de mejoramiento por refinación, sino mediante mezclas importadas.
Se ofreció gasolina súper de 92 octanos, que poco tiempo estuvo en el mercado ya que, por estrategia del anterior gobierno para no subir precio, bajaron el octanaje de 92 a 89 octanos, que de hecho era un incremento oculto y a la extra que era presuntamente de 86 octanos bajó a 84, así que no solo fue precio sino calidad.
Se dice que la gasolina no tiene plomo cumpliendo con normas europeas, pero si tiene azufre, que contiene en abundancia nuestro actual petróleo y que afecta permanentemente nuestras refinerías y los motores. Por otro lado, la Dirección de Hidrocarburos, ¿controlará cantidad y calidad? Es el truco de hacer ricos, mediante estafa, a ciertos distribuidores al detal, uno de ellos hasta intentó entrar en política.
Nuestra ignorancia nos cuesta, las medidas propuestas por aprendices son erróneas, no son creativos, en tanto la mafia del lumpen político ahora tiene hombres introducidos en los sectores productivos más “rentables” del Estado, incluso en la empresa para la venta de “activos”, en la que correrá mucho “aceite”.
Es lo que aceptamos y por eso no debemos quejarnos tanto en las redes culpando a los anteriores. La “monarquía” incluida la social cristiana, domina al país y con excepciones nunca es honesta.