Una burla más para Esmeraldas

ATILIO RUGEL ALBÁN

Si Esmeraldas no se une y reclama de pie sus derechos, seguiremos siendo presa de un pasado que constituye un obstáculo para nuestro crecimiento y desarrollo, porque lo que recibimos son migajas del presupuesto y será incierto que el futuro que estamos obligados a conquistar con creces no lo logremos. Las autoridades cantonales y dirigentes que manejan el destino de la provincia, son leones dormidos que se han llenado la boca de una fraseología mentirosa, que no nos conduce a ningún norte y, por el contrario, lo único que buscan es defender sus cargos, disfrutar de sus canonjías y mirar de espaldas al pueblo, porque su principal vocación es el dinero que lo buscan sin ningún escrúpulo. Por eso se hace necesario que toda Esmeraldas revise la historia mirando hacia el pasado para aprender y así evitar incidir en la repetición de errores que nos traen recuerdos desagradables.

Esmeraldas altiva y bendita como dice su Himno, tiene que ir cerrando etapas y círculos para resolver los conflictos propios de autoridades ineficaces que nos están asfixiando. Este balance es necesario porque nos permitirá no quedarnos anclados en el ayer y nunca más incidir en los errores cometidos, porque tenemos que evolucionar mirando de frente. Nada de esto es difícil. No olvidemos, que nuestros antepasados que no gozaron del privilegio que hoy nos brinda la tecnología y que no dispusieron de universidades para prepararse porque educarse en ellas fue privilegio de unos pocos por razones económicas.

Estos héroes, muchos de ellos anónimos, realizaban reuniones para buscar la manera de levantar a esta tierra de la postración y acabar con el lastre que el egoísmo hizo carne en gobiernos que ciegos y con una visión mezquina no dejaron que los esmeraldeños extendiéramos la mirada para otear nuevos horizontes y así canalizar nuestra energía en un sentido constructivo. Estos hombres de lucha han desparecido porque rindieron tributo al tiempo y ese ejemplo de lucha y civismo duerme el sueño eterno, porque las generaciones actuales hemos sido incapaces de aprovechar las experiencias que de manera sabia nos legaron nuestros antepasados.

Vinieron las autoridades de Gobierno representados por la Vicepresidenta y unos pocos ministros -a mi entender- ellos traían orquestada la receta del engaño que no solo es una burla sino que nos quieren ver la cara de tontos útiles que sumamos ingresos al erario y lo que nos devuelven es pobreza y mentiras. Desgraciadamente casi siempre hemos sido mal representados en el Poder Legislativo, porque faltó capacidad en quienes no supimos escoger y en su mayoría resultaron calculadores para favorecer sus ambiciones.