Calidad educativa y diversidad

Daniel Jerez

En los últimos tiempos el tema de inclusión educativa ha tomado fuerza, sin embargo, en nuestro país es una parte de la educación que aún sigue débil, me atrevo a decir esta afirmación, porque venimos de un sistema educativo históricamente tradicionalista, que aún no puede concebir a la diversidad como un eje importante de la educación.

Dentro del Ministerio de Educación, se conoce que existen entidades que emiten política pública para este ámbito, siendo un sistema en construcción y hasta hoy por resultados, sabemos que no existe una verdadera inclusión educativa de estudiantes con necesidades educativas especiales. El hecho del acceso de estudiantes con discapaicidad o en situaciones de vulnerabilidad a instituciones de educación regular no implica educación inclusiva de calidad, ni tampoco el presupuestar mucho dinero para esto, ya que a veces ni el mínimo recurso es bien ejecutado por los responsables de educación.

El desarrollo de lineamientos, instructivos y políticas no debería ser realizada solo por dos o tres “especialistas”, sino, a través de un proceso de construcción en conjunto con los actores de inclusión en territorio, involucrando directamente a la comunidad educativa y a las organizaciones que trabajan en discapacidad, atención de grupos prioritarios y otros.

Por concepto, el brindar calidad educativa no es dar a todos lo mismo, de la misma manera y en el mismo tiempo, sino dar a cada uno lo que necesite, es decir, el sistema educativo y el currículo es quien debe acoplarse a la necesidad del estudiante. Es necesario pasar de la lógica de la homogeneidad a la de la heterogeneidad, esto implica respeto a la diversidad de los estudiantes, favoreciendo el acceso, permanencia y culminación, dando mayor atención a aquellos que se encuentran en situación de exclusión o riesgo.

Es momento de fortalecer la educación y plantear propuestas acordes a la diversidad de los estudiantes, partiendo de un diagnóstico nacional que indique las verdaderas necesidades, para que la inclusión educativa sea una fortaleza en el aprendizaje de todos, a efectos de que seamos partícipes y promotores de una sociedad inclusiva.