‘Mamahuaco’, una profunda mirada desde la voz de Grecia Albán

TRABAJO. Grecia ha sido parte de varios proyectos musicales antes de realizar este disco.
TRABAJO. Grecia ha sido parte de varios proyectos musicales antes de realizar este disco.

La cantante de Latacunga construyó su primera obra como solista entre descubrimientos musicales y personales.

El primer disco solista de Grecia Albán, ‘Mamahuaco’, está cargado de historia, de una mirada al pasado que en un ciclo narrativo se traduce al presente, pero también mira de frente hacia una contemporaneidad musical de ritmos actuales, por eso suena fresco y real.

Como un espejo, el disco se refleja en la búsqueda de la cantante, entre mestizaje, sincretismo cultural y una voz que asume el norte narrativo de esta producción que cuenta colaboración de varios músicos ecuatorianos.

Tuvimos la oportunidad de conversar con Grecia, una persona que no tarda en describir con seguridad cada uno de los detalles de su obra y que se emociona cuando llega a un punto importante de descubrimiento de sus propias canciones.

¿Por qué elegiste el concepto de ‘Mamahuaco’ para tu disco?
El nombre ‘Mamahuaco’ viene de un mito fundacional inca y en el disco relaciono este arquetipo femenino que escondieron, porque refiere a una mujer libre, guerrera, insumisa y trabajadora. Un poco era conectarse con esos tiempos. Siempre estamos en la búsqueda de quiénes somos y tratar de entender nuestro mestizaje. Entonces, este proceso del disco ha sido eso, entender de dónde vengo, quién soy y tratar de valorar y de sentirme rica de esta cultura que tengo

Conocer esto y pasarlo a la música, ¿cómo fue ese proceso?
En realidad la voz es lo que une todo el disco. Si bien las canciones son muy diferentes, eclécticas, tienen diferentes temáticas y no todas hablan explícitamente del mestizaje, pero mi voz es la que está contando esas historias. Al final mi identidad es lo que yo soy y es mi voz. ‘Mamahuaco’ es la voz de esta mujer y símbolo que estoy despertando y encarnando en mi obra.

¿Es música tradicional?
Yo pienso que está inspirada en la música tradicional ecuatoriana o en lo que podríamos decir que es el folclor latinoamericano. Estamos inspirados en el San Juan de Imbabura, en el bambuco de Esmeraldas, en el festejo afroperuano, tratando de sentir que no hay una frontera, sino que somos una mezcla de todo. Es una nueva versión de estas músicas tradicionales mezcladas con lo contemporáneo y con la formación que hemos tenido los músicos que formaron parte del proyecto.

¿De dónde nace la inspiración de las letras del disco?

EL DATO
Una clara referencia al nombre ‘Mamahuaco’ la hace el cronista amerindio Guamán Poma de Ayala en su libro ‘Primer nueva crónica y buen gobierno,’ escrito en el siglo XVI.La letra de ‘Cantuña’, por ejemplo, es de Diego Luzuriaga, un músico muy importante que vive en EE.UU. desde hace muchos años. Yo encontré la música de este tema cantado por Margarita Lasso, cuando yo vivía fuera del país y eso fue impresionante, porque describía perfectamente cómo a mí me hubiera gustado describir el mestizaje. Aquello de ser toro y cóndor, de ser trigo y quinua o Pachamama y Jesucristo. Siempre hemos estado en este mundo dual.

¿Cuántas colaboraciones hubo?
Yo he tenido la suerte de tener amigos que me han brindado sus canciones y que han querido que yo las cante. Es el caso de Daniel Bitran o de Esteban Portugal, quienes me han mostrado composiciones que yo considero muy importantes que existan. En el caso de ‘Cristalina’, es sobre una niña prostituta de 10 años, que formaba una fila de clientes en la 24 de Mayo, una historia muy desgarradora y triste que visibiliza la realidad de nuestro país, a través de esta herramienta de la música. Este es un disco de canciones que son importantes de ser escuchadas.

¿Cómo encontraste el concepto?
Fue una búsqueda personal de bastantes años, de encontrar quién soy yo, cuál es mi identidad, cómo suena mi voz. A través de otros proyectos como La Malamaña, Los Bueyes de Madera, Igor Icaza y otros artistas busqué reconocerme. Entonces, cuando entendía mi voz y lo que quería decir, me sentí lista para compartirme a la gente.

En ese momento todo fue muy natural, porque varios productores luego me llamaron para hacer un disco y por cuestión de afinidad y hermandad me junté con Esteban Portugal para trabajar en traducir esta identidad a la estética musical. (CC)