Estrés oxidativo

LUIS REINOSO GARZÓN

Mi preocupación fue grande cuando SOLCA de Guayaquil informa, que atendió a ocho millones de enfermos de cáncer, o sea más de la mitad de la población ecuatoriana y pienso que, estará relacionado con el estrés oxidativo considerado como el desgaste celular que todos padecemos en diferentes niveles; aparece en el organismo cuando las células presentan una mayor cantidad de Radicales Libres en donde algunas moléculas de oxígeno que aspiramos están dañadas por agentes como radiación ultravioleta del sol, medicamentos, aditivos químicos en los alimentos procesados, pesticidas, humo, contaminación, cigarrillo; los radicales libres son moléculas altamente inestables que causan fuertes perturbaciones a otras moléculas biológicas como: proteínas, grasas, inclusive a los genes aumentando el riesgo de producir cáncer; pero gracias a los antioxidantes como la vitamina E, Vitamina C, beta caroteno, flavonoides, selenio y zinc, que se encargan de destruir a los radicales libres; que desencadenan distintas afectaciones, producto del estrés oxidativo cuyos efectos iniciales pueden percibirse fácilmente en la piel y el cabello.

Los principales síntomas de un organismo afectado por estrés oxidativo son: envejecimiento prematuro, Piel reseca, Arrugas y manchas en la piel, Ojeras, Cabello quebradizo, Afección cardiovascular, tensión arterial alta, Insuficiencia cardíaca, Debilidad, dolor muscular y articular, Rigidez, inflamación, Inestabilidad emocional y problemas en la memoria.

Si bien la mayoría de estos síntomas están relacionados con el envejecimiento normal del cuerpo, es señal de alerta cuando suceden de forma prematura; de modo que el estrés oxidativo puede asociarse con enfermedades crónicas más complicadas como, arterioesclerosis, hipertensión, cataratas, asma, insuficiencia renal, diabetes, obesidad, autismo.

Para evitar alguno de estos desenlaces, es fundamental reconocer causas y síntomas.