Fabián Cueva Jiménez
Clemente Yerovi: agricultor, banquero, ministro de economía, encargado presidencial en 1966, supo asimilar las necesidades económicas del momento con respuestas importantes: capacitación y formación intensiva de la mano de obra empresarial.
Desde 1978 el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (SECAP), con personería jurídica, presupuesto de los excedentes de las utilidades de las empresas, aportes de las mismas y de trabajadores y con la colaboración de Alemania, Suiza, Gran Bretaña, España, Japón, ha atendido a la formación, capacitación, perfeccionamiento, certificación y titulación de la PEA ecuatoriana.
Su modelo educativo y curricular, enfocado en competencias laborales ha tenido éxito, infinidad de testimonios, solucionando problemas de empleo, movilidad y estabilidad laboral, mediante la instrucción en varias ramas técnicas y de ejes transversales: lenguaje, ciudadanía, ética, respaldos al perfil de salida de los participantes.
En 2016 se firmó un Convenio de Cooperación entre el Senescyt, el Secap y el Ministerio de Trabajo para viabilizar: el uso mutuo de instalaciones físicas, equipos y personal, el desarrollo de planificaciones consensuadas, todo en beneficio de bachilleres para el ingreso a institutos técnicos y tecnológicos.
En todo el país se aprovechó de las instalaciones, equipos y maquinaria del Secap, pero al parecer, se está perjudicando a los trabajadores y a los estudiantes. Es decir: no se cumple, ni con lo uno, ni con lo otro.
Se desvían los objetivos principales, los talleres están subutilizados, las prácticas han disminuido, hay restricción para el ingreso a ciertos espacios, las empresas perciben mensajes negativos, los profesores no están conformes.
En definitiva, por vender la idea demagógica, sin invertir, de una atención en los tecnológicos, también se disminuyó la atención del Secap, tanto que, el Ministerio de Trabajo ha dispuesto la suspensión de la entrega de bienes inmuebles a la Senescyt.
Si siguen con la idea del cambio de la matriz productiva, revisen todo.