El payaso de la vida real se divierte en una barbería

VERSÁTIL. La gente que llega a la barbería de Richie disfruta con sus entretenimientos. (Foto: periodismo.com)
VERSÁTIL. La gente que llega a la barbería de Richie disfruta con sus entretenimientos. (Foto: periodismo.com)

Richie se ha convertido en un personaje. Combina su profesión con la alegría ‘impregnada’ en su rostro’.

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Richie ‘El barbero’ tiene todas las características de un payaso: una gran boca roja, nariz roja, grandes cejas rojas, cabello teñido que solo crece a los lados de su cabeza, cara azul, elegante bigote y el colorido atuendo de un artista.

Pero quitando la ropa y el corte de pelo, todo lo demás es permanente. La boca y la nariz están tatuadas, al igual que el maquillaje azul y todas las obras de arte que decoran su rostro, y esas impresionantes cejas en realidad se ven reforzadas por los implantes de silicona subcutáneos.

Es un payaso permanente en la vida real.

El hombre puede rastrear su fascinación por los payasos hasta su infancia, cuando conoció a su primer personaje.

En lugar de tenerle miedo, se sorprendió por todos los trucos y malabares que hacía y recuerda los consejos que recibió hasta el día de hoy: “cuando te sientas mal, solo haz malabares”. Fue entonces cuando supo que también quería ser payaso.

Combina su labor con su personaje
Romper su caparazón y soltar a su payaso interior fue difícil al principio, ya que Richie recuerda que la gente realmente no lo comprendía. Lo miraban extraño cuando hacía malabarismos y le decían cosas como: “amigo, ¿qué estás haciendo?, los barberos no hacen malabares”, pero él no permitió que esas cosas lo decepcionasen. Siguió haciendo payasadas, como siempre había soñado.

Consiguió un monociclo y pasó mucho tiempo aprendiendo a montarlo sin chocar. Su obsesión con los payasos y los tatuajes faciales afectó su vida personal, pues sus novias siempre lo dejaban por ello, pero, igual, no permitió que eso lo detuviera de cumplir su sueño.

Richie también colecciona recuerdos de payasos, su armario está lleno de coloridas vestimentas e incluso incorpora su obsesión en su trabajo.

Cuando le corta el cabello a la gente, o los afeita, a veces lanza confeti al aire, comienza a hacer malabares o simplemente se pone un sombrero de fiesta en la cabeza. Está haciendo payasadas todo el tiempo, como siempre soñó. Ante esto, sus clientes siempre lo elogian.