En Canchimalero se alista la fiesta del Santo Negro

FE. La imagen de San Martín de Porres está presente en los altares de los esmeraldeños de Canchimalero. (Foto: El santoral católico afroecuatoriano)
FE. La imagen de San Martín de Porres está presente en los altares de los esmeraldeños de Canchimalero. (Foto: El santoral católico afroecuatoriano)

La celebración a San Martín de Porres la inició Aurelia Mosquera, a quien había salvado de la muerte.

Canchimalero es un pequeño caserío de la parroquia Valdés, en el cantón esmeraldeño de Eloy Alfaro, rodeado de ecosistemas que forman parte de la reserva ecológia Manglares Cayapas-Mataje.

Todo el año pasa desapercibido, pero el 3 de noviembre se convierte en el centro de atención de Esmeraldas y del país. A sus tierras retornan los hijos que han salido a otras ciudades, así como turistas y devotos de San Martín de Porres o el ‘Santo Negro’, que quieren ser parte de las conmemoraciones de fe. Pero un día antes, el 2 de noviembre de cada año, los devotos y fiesteros llevan a cabo sus arrullos toda la noche y procesiones acuáticas en la mañana.

Devoción
Hoy en día la popularidad de San Martín ha hecho que en los altares que se levantan en todas, o casi todas las casas de Eloy Alfaro, exista una imagen del santo. La fiesta que se realiza en su honor congrega, en la actualidad, a más de 20 comunidades, entre las que se cuentan San Lorenzo, Borbón, Maldonado, Anchayacu, Wimbi, Wimbicito, Tola, La Tolita y Limones.

Las balsas en las que pasean al homenajeado por todo el curso del río hasta llegar a Canchimalero, que son impulsadas por lanchas a motor, son adornadas con flores, arbustos, palmas y frutas del lugar. También van los devotos y más visitantes junto a las autoridades, las cantoras de arrullos, los reanderos, los cumuneros y bomberos, quienes durante el recorrido de la procesión acuática cantan al santo.

Asimismo, los altares levantados en tierra están adornados con ramas, coronas de papel, flores naturales y frutas.

La fiesta
Cada 3 de noviembre decenas de embarcaciones que salen de varias poblaciones, bajan por el río Santiago hasta Limones, donde espera el santo mayor en una balsa grande para comenzar la procesión acuática con rumbo a Canchimalero.

El recorrido dura más de una hora. Se trata de una peregrinación alegre y con grandes raigambres africanas. A medida que el santo y sus acompañantes se acercan al destino, el ambiente se intensifica, los tambores suenan con más fuerza, las arrulladoras bailan, cantan, tocan sus maracas.

El santo es bajado, lo zarandean como si estuviera vivo, y gozando del golpe africano de los tambores, es trasladado a la iglesia para presidir la ceremonia religiosa.

Después, la celebración continúa con bailes populares, mientras un grupo de devotos prefiere rezar el rosario de la medianoche. (CM/El santoral católico afroecuatoriano)

Alegría en la iglesia
° La misa que es concelebrada por el obispo de Esmeraldas y sus sacerdotes, es afroecuatoriana. La tradicional liturgia se ha sincretizado con el ritmo alegre de las comunidades. Los participantes danzan, cantan tocan los tambores, recitan décimas y entregan las ofrendas, que son productos que se dan en la zona.