Un ‘súper empresario’ fundó su banco cuando tenía 7 años

EMPRENDEDOR. José ha recibido varios premios honoríficos, apareció en documentales extranjeros sobre niños emprendedores y fue invitado a eventos internacionales. (Foto: periodismo.com)
EMPRENDEDOR. José ha recibido varios premios honoríficos, apareció en documentales extranjeros sobre niños emprendedores y fue invitado a eventos internacionales. (Foto: periodismo.com)

Al ver que sus compañeros malgastaban el dinero, se le ocurrió una brillante idea.

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Muchos niños sueñan con convertirse en empresarios, pero muy pocos comienzan tan pronto como José Adolfo Quisocala Condori, de nacionalidad peruana, abrió un banco para pequeños cuando tenía solo 7 años. Hoy en día, su compañía atiende a más de 2.000 clientes y ofrece diversos servicios financieros.

Tuvo esta idea hace seis años, después de darse cuenta de que muchos de sus compañeros gastaban su dinero en golosinas y juguetes, en lugar de guardarlo para compras más significativas. A pesar de su corta edad, comprendió que ahorrar y acceder al sistema financiero eran dos maneras en que los adultos, como sus padres, resolvían muchos de sus problemas, por lo que decidió ponerlos también a disposición de los chicos.

Luego comenzó a pensar en formas en que los niños podían generar plata sin la ayuda de sus papás, y el reciclaje parecía la respuesta obvia. José estaba seguro de que había encontrado algo interesante; sin embargo, cuando presentó su idea a sus maestros, le dijeron que un niño de 7 años no podía manejar ese proyecto. Pero él demostró que todos estaban equivocados.

Cotizado
José fundó el Banco de Estudiantes de Bartselana en su ciudad natal de Arequipa, en 2012. La idea detrás de esta ingeniosa institución era bastante simple. Los niños pueden convertirse en clientes del banco al entregar al menos 5 Kg de desechos reciclables (papel o plástico), y se les exige que depositen al menos otro kilo de desechos cada mes, a fin de mantener su estado de miembro. Luego establecen un objetivo de ahorro y solo pueden retirar dinero de sus cuentas cuando alcanzan su fin.

El niño llegó a un acuerdo con las compañías locales de reciclaje, que ofrecían a los clientes del Banco Estudiantil un precio más alto por kilogramo de desechos reciclables, con todas las ganancias depositadas directamente en sus cuentas. Para asegurarse que los chicos fueran los únicos que se beneficiaban de su trabajo, creó un sistema para que nadie, excepto los propios clientes, ni siquiera sus padres, pudieran hacer retiros.

Entre 2012 y 2013, esta empresa recolectó 1 tonelada de material reciclable y generó ahorros para 200 niños en la escuela de José. El éxito inicial de su proyecto atrajo mucha atención y, en un momento dado, incluso se asoció con un gran banco en Perú, para hacer que este tipo de servicios sean accesibles para más chicos. Sin embargo, ese acuerdo no funcionó como José lo esperaba, así que decidió seguir adelante de manera independiente.
El banco ha estado creciendo cada año desde su creación, y hoy cuenta con más de 2.000 clientes de 10 a 18 años. Su fundador, ahora de 13 años, recientemente dijo que el Banco de la Nación de Perú lo ha contactado para otra empresa conjunta, y que la idea de negociar con ejecutivos corporativos no lo asusta en absoluto.