Seamos proactivos

RICARDO VERA CALDERÓN

Una debilidad de la sociedad es que típicamente reaccionamos cuando un hecho negativo nos afectó, en lugar de ejecutar acciones para prevenir de que suceda. Esta situación determina que vivamos en un sistema de reacción, y no de prevención, lo que hace que actuemos recién cuando la situación es grave. Aquí algunos ejemplos:

Tuvo que salir Mauricio Ayora, ‘Caterva’, a hacer una denuncia pública, saliéndose del guión de su noticiero, de que los bancos hacen cobros ilegales a sus usuarios, acción que luego se transformó en escándalo, para que recién el Presidente reaccione y disponga “de forma inmediata” a las Superintendencias de Bancos, de Compañía y de Economía Popular y Solidaria, para que ejecuten acciones para que ese dinero “sea devuelto a los ciudadanos” y también para que las empresas y bancos que hayan incurrido en este error “terrible” sean sancionadas. ¿Y si Caterva no hacía bulla?.

Tuvieron que morir decenas de personas en accidentes de tránsito, durante agosto, debido a la imprudencia de los conductores, para que recién las autoridades competentes tomen medidas de control a las unidades de transporte de pasajeros. En septiembre la cifra de accidentes y muertos bajó. ¿Por qué primero deben morir muchos para que actúen?

Tuvimos que ver impactados en WhatsApp, casi en tiempo real, como la turba enardecida linchaba en Posorja a tres sospechosos, para recién entender que el pueblo ya no soporta más la inseguridad, y que el mensaje es de desconfianza hacia el esquema integral que incluye Policía y sistema de Justicia. ¿Debe haber más linchamientos para que se implementen políticas públicas que garanticen la seguridad del ciudadano?

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