Dictadura de Maduro

En Venezuela no hay democracia, porque ejerce el poder una banda que transgrede de manera sistemática y permanente los Derechos Humanos mediante una represión brutal contra las voces contrarias al régimen, pero también contra la disidencia al partido-Estado que se mantiene gracias a mecanismos fraudulentos en cada elección. No se puede decir que Venezuela vive en democracia cuando se evidencia el mayor éxodo de la historia ,debido a una crisis que ha puesto en jaque a todo el continente y que es desconocida por quienes la han propiciado por beberse el petróleo en la época de mayor bonanza económica de todos los tiempos. Simón Bolívar se levantaría del ataúd para castigar cualquier intento de impunidad contra quienes han delinquido contra la riqueza de su tierra.

En Venezuela no habrá democracia mientras una banda mixturada de civiles y militares viola los derechos civiles y políticos de sus habitantes, porque el ambiente es tan aterrador que nadie se puede reunir, expresarse en libertad, mucho menos denunciar la corrupción porque el castigo viene en doble vía: la judicialización de la política y la violencia de los grupos paramilitares mal llamados bolivarianos. El sueño de Bolívar se hace agua, porque nunca hubiese concebido a un tirano sin ningún genio para gobernar al frente de uno de los países con mayor riqueza en el mundo, gracias a las reservas de oro negro, minerales, pero sobre todo al alma altiva del pueblo llanero.

No se puede hablar de democracia cuando en Venezuela, los poderes del Estado e, incluso, la última Asamblea Constituyente están bajo el control del partido hegemónico sin ningún margen de acción para los distintos frentes opositores. Ni siquiera la Asamblea que fue legalmente electa en tiempos que perdió el chavismo pudo sobrevivir a la alianza cívico-militar que sustuvo primero a Hugo Chávez y luego a su sucesor, Nicolás Maduro. No hay democracia, porque en un tipo de régimen de estas características se gobierna de la misma manera para las mayorías y las minorías. Venezuela agoniza porque la democracia es una utopía que navega en un mar de dictadura.

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