La libertad está en juego

Los brotes de violencia colectiva que se registran, la evidente penetración del narcotráfico y la narcoguerrilla en ciertos estratos sociales e instituciones, la delincuencia organizada y callejera, la corrupción y una larga lista de anomalías sociales, obligan a reflexionar sobre sus orígenes, gravedad, influencia comunitaria y formas de presentación. Es compleja y peligrosa la situación en que nos encontramos.

¿Tiene el Estado los instrumentos adecuados para prevenirlos, reprimirlos y sancionarlos? La Ley se nos presenta como una herramienta débil y limitada, y se percibe a muchos de los operadores de justicia como faltos de energía, una falla, un defecto o un esfuerzo inútil. Pero, en lo esencial, una carencia de determinación para desterrar el temor, la desconfianza y la inseguridad ciudadanos.

Esto quizás sea lo peor y más condenable de la situación que vivimos en la Sierra, la Costa y la Amazonía en todos sus estratos poblacionales. Nuestra institucionalidad democrática debe ponerse en movimiento cuanto antes y sobre la base de la discusión colectiva, honesta y desideologizada, desbrozar el camino a las correcciones y al fortalecimiento de nuestros sistemas de justicia y educativo.

La brecha entre la Ley y la realidad, a la luz de los hechos, es cada vez más grande entre lo que se proclama como norma y lo que se hace en la práctica. Un abismo muy grande entre lo que el derecho ordena y lo que los operadores de justicia hacen. Si hay miedo, impunidad e intimidación no hay libertad posible y es la libertad y la paz social lo que está en juego.

» Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más”.

Charles Chaplin
Actor y director británico
(1889-1977)

«¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?”.

Albert Einstein
Científico alemán
(1879-1955)