Asistencia médica

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Cuántas personas existen que guardan en silencio sus pesares, sus dolores, que amanecen y anochecen esperando hasta que llegue la pastilla que modere la angustia, la desesperación y el ¡ay! que lo aqueja. Así pasa el tiempo y el ser humano sufre inmisericordemente esperando la mano amiga y bondadosa que lo asista.

Con la llegada del buque hospital se ha palpado la necesidad angustiosa por conseguir la atención médica y el alivio para sus males, producto de la contaminación con la que vivimos por la Refinería, Termoesmeraldas, el basurero. Número creciente de coterráneos buscan y siguen buscando, ojalá se haya atendido a los que más necesitan. Cuántos nos quedamos con el deseo de ser auscultados o intervenidos quirúrgicamente pero el tiempo es corto y la demanda de asistencia es exorbitante.

Una vez más en el calendario histórico queda registrado el aporte voluntario y solidario de Estados Unidos para Ecuador siendo esta vez Esmeraldas la beneficiada con el aporte del gigantesco Buque Hospital USNS Comfort de la Armada de Estados Unidos anclado a distancia, a varias millas del muelle de acoderamiento en nuestro puerto marítimo. El vaivén de las olas del gran Pacífico según la información periodística ha sido y es como una suave caricia al buque hospital y sus tripulantes que poseedores del vasto conocimiento marítimo han atendido con seguridad a los pacientes que han sido agendados y derivados para la intervención quirúrgica.

En tierra se desplegaron las sendas atenciones a los pacientes con amor y delicadeza aunque muchos vieron pasar a su lado la perdida oportunidad, Dios ha permitido que muchos enfermos sean atendidos. El señor Embajador de Estados Unidos en el Ecuador en su cálida visita expresó su congratulación por esta respuesta a los asistidos e indicó que es el comienzo para seguir atendiendo a Ecuador y Esmeraldas es una de las más necesitadas; queda agradecer al gobierno norteamericano que hace presencia en nuestra tierra, asistiendo en esta loable labor humanitaria.

Con mayor razón diremos cuánta falta hace el hospital Delfina Torres De Concha en el centro norte de nuestra ciudad, ¿qué dicen, pues, los seguidores ovejunos de quienes hicieron y no hicieron sino en mini pastillas en nuestras narices? Las voces de protestas siguen altivas y en compás de espera por este centro de atención médica que se robaron quienes dijeron querer a Esmeraldas y se burlaron. El nuevo hospital del IESS debe ser majestuoso, lo requerimos con urgencia ubicado en un lugar a donde no llegue la contaminación de Refinería pues los enfermos se morirían más rápido. Requerimos el personal médico especializado y con experiencia, no practicantes, dotado de todas las exigencias médicas.