El ‘tren playero’ y otras ocurrencias

ATILIO RUGEL ALBÁN

Seguiré repitiendo como el más necio de los humanos, que quienes toman las riendas del país deben ser personas con una alta preparación y convicción plena para afrontar y entender que los fantasmas personales no existen, porque de ser así nadie hubiera intentado avanzar por los callejones sin salida para encontrar la luz al final del túnel. Soy esmeraldeño de cepa, enemigo número uno de las injusticias. ¿Será acaso que deben contentarse con obras relumbrantes a provincias escogidas sin ningún escrúpulo para beneficiarlas, mientras otras viven un total abandono y pobreza?

Me parece que el presidente, Lenín Moreno, está equivocado en su manera de proceder y como educador que fue aprendió que lo más saludable es atender a todos por igual, de la misma manera que se aprecia a los hijos de familia, sin importar, en el caso de las provincias, quiénes producen más, toda vez que algunas durante décadas han vivido abandonadas y por eso no han logrado subirse al carro del progreso y buscar el equilibrio perfecto de manera responsable.

La chequera del Estado para Esmeraldas no tuvo fondos con motivo de su fiesta de Independencia y sobre eso ni usted, ni su Vicepresidenta y ministros tuvieron la delicadeza de venir y hacer presencia, porque parece se olvidaron que al norte del perfil costanero existe una tierra fértil que defendió los intereses de la Patria cada vez que Perú nos invadía y también se han olvidado que es el lugar por donde sale el petróleo y lo único que recibimos es gases tóxicos que nos tienen enfermos.

Usted, señor Presidente, viene sosteniendo que el diálogo es el fundamento de su administración, pero parece que con Esmeraldas no ha funcionado, porque somos una provincia marginada, que para contentarnos se nos dio la limosna de 18 millones de dólares para una obra vial. Sin embargo, a Guayaquil, que tiene más de cuatro puentes que unen la ciudad con las poblaciones del otro lado de la ribera, se le está construyendo uno más que será el más largo del país y para rematar el desprendimiento generoso y lograr congratulaciones, se ofrece un ‘tren playero’ que recorrerá las provincias de Manabí y Guayas, obra que sobrepasa los mil millones de dólares.

Se olvida usted, señor Presidente, que sus asesores que parece que las neuronas se les han circuitado y desconectado, que con ese dinero se pueden hacer más de 600 escuelas y colegios con dotación de materiales didácticos, más de 300 hospitales y centros de salud que en el caso de Esmeraldas no quieren hacerlo y todavía sobraría plata para mejorar la vialidad.