Se le cerró el círculo a Maduro

Profundas y razonadas convicciones salen a flote en países hermanos que con altivez dijeron hasta aquí llegó el malhadado socialismo del siglo XXI, que traficó conciencias, embaucó a humildes y quiso apoderarse a manos llenas de todo cuanto estuvo a su alcance. La barbarie agazapada con hombres sin destino se apoderó lentamente de la vida y de la suerte de los humanos prototipo de su nacionalidad a la que quisieron liquidar con embustes y latrocinio para convertir a Sudamérica en la Cuba necesitada. Les salió el tiro por la culata y paulatinamente ante la verdad, atropello y explotación surgieron candidatos presidenciales en Colombia, Chile, Perú, Ecuador y ahora Jair Bolsonaro en Brasil, que hicieron a un lado el macabro socialismo del siglo XXI.

Las llamadas ratas del siglo XXI tuvieron la oportunidad del cambio socialista, pero fue mal concebido y echaron a pique el vaivén del barco en sus respectivas naciones. A Venezuela se le cerró el círculo con la victoria de Bolsonaro, nos corresponde a los ecuatorianos observar cuál país saldrá a flote y regirá en debida forma los destinos del desarrollo económico y social de sus representados. Sería muy penoso que Ecuador se quede a la cola por falta de depuración y cambio radical en funcionarios del gobierno, que siguen enquistados con las mañoserías de los diez años del gobierno anterior. El soberano es de todos y ya es hora que se deslinde de los mismos cambiados de camiseta y de brazo a torcer por el continuismo de los de siempre.

Que aparezca la verdadera democracia en los diferentes destinos de funciones administrativas, así se hace patria; las mismas caras, figuras e imágenes no pueden seguir en la vida administrativa del país o ¿acaso hay tanto miedo para tomar la batuta? Venezuela está llevando lo que se merece, ahora se sumó un país que no apoya el desbarajuste venezolano liderado por quien fue alumno cubano, pero que los exabruptos no los pudo superar; solo le queda a Bolivia como secuaz y seguidor de sus impulsos malévolos.

La ruina latinoamericana, la escasez y el incremento del hambre y la miseria, enquistamiento y negociado de la droga, el vaivén sexual, la pedofilia, tráfico de órganos, pésima educación, complejos racistas, desórdenes administrativos, latrocinio en alta potencia, descaro en designación de funciones, todo esto es siglo XXI que se frustró y se enterró por la lógica oportuna de gente inteligente y no enfermiza que avizoró cambios radicales en la conducción de sus países que respetan y aman propugnando un futuro mejor.