Dispositivo ayuda a controlar la epilepsia

INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)
INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)
INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)
INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)
INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)
INTERVENCIÓN. Los médicos especialistas durante una de las ocho cirugías en las que colocaron el dispositivo. (Foto: IESS)

Romina P., de 22 años, padece de convulsiones desde los 5, a consecuencia de un trastorno cerebral que le dejó el paludismo. La joven se sometió a una cirugía y tiene implantado un estimulador del nervio vago, que ha disminuido la frecuencia y la severidad de los ataques epilépticos. “Ahora puedo terminar mis estudios”, afirmó.

Desde 2017, se han realizado en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC), del IESS en Guayaquil, ocho cirugías para colocar el dispositivo, que dura toda la vida.

Según Arturo Álvarez, jefe de Neurocirugía del HTMC, el estimulador genera impulsos previo a la crisis y así inhibe las convulsiones, que pueden ser controladas en un 100% y, en casos complejos, en un 90%.

Este procedimiento hará que se reduzcan las visitas a las áreas de emergencia, el uso de medicamentos y ofrecerá una mejor calidad de vida al afiliado y a sus familiares, señala el IESS en un comunicado de prensa.

Proceso

Hasta el momento hay 24 pacientes en lista de espera, porque para someterse a esta cirugía, la persona debe pasar por un programa de selección. Este incluye exámenes y evaluaciones por un grupo de especialistas: neurólogo, neurocirujano, neuropsicólogo, imagenólogo y sicólogos, quienes determinarán si el paciente califica para recibir este implante.

La cirugía tiene dos fases, la primera comprende dos horas y media bajo anestesia general y se realizan incisiones mínimas (2 cm en el cuello y una incisión lateral, donde va el generador de estímulo que se sitúa detrás del pectoral mayor). Al día siguiente, el paciente es dado de alta.

En la segunda fase del tratamiento, el dispositivo es programado con un número determinado de impulsos por hora (5 o 10), dependiendo de la necesidad del paciente.

Según informó el IESS, es una cirugía de alta complejidad y la realización de la misma conlleva costos elevados; solo el dispositivo supera los 50 mil dólares, la cirugía completa esta sobre los 100 mil dólares. (CM)