Autoestima nacional

Franklin Barriga López

Escrito por 40 intelectuales de diversas tendencias ideológicas, circula en España un libro por el que se pretende neutralizar una corriente de pesimismo que ubica al Estado como fallido.

Se ha llegado al extremo de calificar a la historia española como fracaso, como “algo que pudo ser y no fue”. Frente a esta actitud reactiva, surgió la publicación en referencia que relata éxitos, como haber construido esa sociedad libre y próspera. Una de las conclusiones subraya: “Sin un mínimo de amor propio, no hay posibilidad de mejorar nunca”.

Así es: sin una actitud mental positiva imperan únicamente la crítica destructiva, el inconformismo, la mediocridad, la visión obsesiva por lo negativo.

Lo anotado se puede relacionar con lo que acontece en Ecuador, donde proliferan las afirmaciones prejuiciadas, malsanas, en desmedro del país. Es procedente y hasta recomendable hacer análisis objetivos y honestos, que señalen los factores adversos que hay que corregir e impiden el desarrollo y el bienestar, como la pobreza y la falta de educación, especialmente la plaga de políticos y politiqueros que infestan estos territorios dignos de mejor suerte; por otro lado, conviene reconocer las virtualidades que aquí se desenvuelven en la mayoría de los habitantes y la privilegiada naturaleza que se manifiesta, hermosa, cautivante, pródiga, en todas las regiones.

El amor propio o autoestima nacional edifica, sólidamente, los cimientos del civismo, tan venido a menos, y alienta la moral colectiva hacia realizaciones benéficas que motivan otras de igual índole. Ser severos pero justos en los análisis, sin menospreciar lo valioso de lo propio, tanto de ayer como de hoy, constituye fórmula eficaz que abre caminos para llegar a mejores horizontes.

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