El Bombolí, el corazón de Santo Domingo

Escenario. Desde El Bombolí se contempla la extensión Santo Domingo.
Escenario. Desde El Bombolí se contempla la extensión Santo Domingo.
Comercio. Arturo Torres visionó el crecimiento turístico y se dedicó al comercio.
Comercio. Arturo Torres visionó el crecimiento turístico y se dedicó al comercio.
Movimiento. En la cima hay más comerciantes que ofertan recuerdos para los turistas.
Movimiento. En la cima hay más comerciantes que ofertan recuerdos para los turistas.
Santuario. Cada semana llegan los fieles a la iglesia para rezar a la virgen de El Cisne
Santuario. Cada semana llegan los fieles a la iglesia para rezar a la virgen de El Cisne
Diversión. Al otro lado del Mirador, está la zona de diversión.
Diversión. Al otro lado del Mirador, está la zona de diversión.

En la altura, los turistas nacionales y extranjeros pueden contemplar la ciudad y sus atardeceres.

Subiendo el cerro Bombolí se recuerdan los fines de semana viendo la extensión de la ciudad, es el espacio donde por años los santodomingueños han guardado sus mejores recuerdos y los turistas unas sobresalientes fotografías. Así es el corazón de la ciudad, que late por quienes lo visitan.

El mirador es un atractivo natural considerado como uno de los más importantes de la ciudad por su impresionante belleza escénica. Una ruta para hacer caminatas, pasar en familia, montar en los coches de madera y visitar el templo parroquial dedicado a la virgen de El Cisne, donde religiosamente cientos de personas acuden a rezar cada día.

Arturo Torres, es el encargado de abrir las puertas del lugar a las 06:00 y de cerrarlas a las 22:00, él es uno de los pioneros en el sector, llegó hace 17 años con la visión de que su negocio de artesanía diera resultado. “Vi un proyecto futuro, que en los últimos años está dando frutos, valió la pena la espera”, expresó Torres.

Crecimiento comercial

El piso de tierra fue cambiado por adoquines de colores, se volvió un lugar seguro y el comercio empezó a florecer junto a la naturaleza que rodea el Bombolí. La familia Torres empezó por vender artesanías alusivas a la provincia, luego incorporó las imágenes religiosas de la virgen, el Divino Niño, y el santo padre que son adquiridas con mayor frecuencia en las procesiones o fechas religiosas. En la actualidad el negocio ‘Imágenes y Artesanías’ es uno de los más frecuentados por estar al pie del cerro.

En la cima también se mueve el comercio, son 16 artesanos que se turnan fin de semana para ofertar sus diferentes productos .Teresa Larrea, es parte de este proyecto que nació este año en coordinación con del Municipio.

Los estands abren los sábados y domingos de 16:00 a 22:00, aquí se hallan los dulces manabitas, artesanías Tsáchilas, plantas y bocaditos, tejidos y mucho más.

Compartir y diversión

El ingreso al mirador se encuentra al final de la calle Venezuela, ubicada en la cooperativa de vivienda Víctor Manuel López. Sin embargo, la vista a la ciudad se la puede realizar desde otros puntos del Bombolí, para lo cual los visitantes tiene la opción de ascender por la avenida Los Colonos (Frente al portón del consejo) o por la avenida Chone (diagonal a Mi Cuchito).

En la otra cara de la montaña es un escenario para disfrutar de la música, gastronomía y el desarrollo de llamativas actividades socioculturales en los diferentes bares-restaurantes del lugar. (DA)

Historia

Inicialmente los indígenas locales bautizaron al cerro con el nombre Bobaludidu, que en lengua safique, idioma de los Tsáchilas, significa árbol, flores y cerro, pero en Santo Domingo todos conocen al cerro con el nombre de Bombolí. Allá por 1991, y poco tiempo después, en 1994, se inició la construcción de la Basílica en honor a la Virgen de El Cisne, obra que ha influido de manera decisiva, la Curia Diocesana encargó la administración de esta Basílica a la comunidad de los padres Oblatos.