Medellín 50 años después

Ángel Polibio Chaves

La Universidad Católica fue sede de un importantísimo evento que, por su contenido, rebasa el carácter eminentemente religioso, con ocasión de recordar lo que significó la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que tuvo lugar en Medellín hace cincuenta años, y que además nos permitió conocer testimonios concretos en los que se ha materializado el mensaje de la Iglesia Católica que había iniciado una nueva etapa a partir del Concilio Vaticano II bajo la inspiración del Papa Juan XIII.

Especial mención merece la temática desarrollada alrededor de la “Promoción del hombre y de los pueblos hacia los valores de justicia, paz, educación y familia”, pues significó una visión nueva del papel de la iglesia hacia lo que se denominó la “opción preferencial por los pobres” que, en nuestro medio, tuvo en Monseñor Leonidas Proaño su más alto exponente.

Al destacar la realización de este evento quisiéramos que tenga eco en una sociedad en la que al parecer, los temas de la espiritualidad no tienen espacio; al contrario, hoy más que nunca es necesario desandar el camino hasta Medellín 1968 para tener una visión retrospectiva que nos permita establecer los avances que desde entonces han tenido lugar más allá de lo espiritual, en lo que resulta tremendamente humano.

Tal vez el balance a esta fecha no sea del todo satisfactorio, pues pese al esfuerzo de miles de religiosos y no religiosos que día a día luchan por una sociedad más justa y más solidaria, parece ser que el egoísmo ha triunfado; sin embargo, hay que insistir en que lo que fue bueno ayer, sigue teniendo vigencia y nos compromete a una actitud militante que, más allá del signo religioso de la Conferencia de Medellín, pugne por alcanzar sus objetivos, que giran alrededor del hombre cuya realización plena es un objetivo digno de todo empeño.