Represión Gradual

Orlando Amores Terán

La ley de tránsito se la utiliza, para ir sometiendo y acostumbrando a la población, a una represión gradual; para luego imponer otras conductas, entre ellas, la «ideología de género», del mismo modo, a través de una gradual represión que comienza por estigmatizar a quien demuestre homofobia, luego multar a quien exprese oposición a esa «ideología», y finalmente, someter a prisión a quien no la acepte. Ya sucede en Europa. España es un ejemplo, y estos son quienes asesoraron durante la década infame. Por ello hay que exigir se derogen normas y multas gangsteriles de la ley de tránsito.

Además, para los rateros de algunos municipios; se ha convertido en un filón de oro, la aplicación de las normas extorsivas de esta asquerosa ley, herencia de la decena trágica, puesto que el innombrable fue un perfecto compendio de todas las virtudes mediocres, cometió siempre torpezas, nunca comprendió el principio de la solidaridad de las generaciones entre sí.

Nadie ha tenido tanto desprecio a la existencia humana, como el que demostró con sus despilfarros, saqueos y atracos, perjudicando a las próximas cinco generaciones que aún no nacen. Un mediocre que no estuvo a la altura de sus circunstancias, que se convirtió en presa de lo más rastrero que hay en el mundo: el hambre de dinero.

Si eres honesto, no te quieren cerca, tu presencia destruye los negociados. Si eres delincuente, tienes probabilidad de llegar a ser ministro o nominado para un cargo. No obstante la degradación impuesta en la década infame, surge de entre el lodazal burocrático, la figura egregia, imbuida de dignidad e inteligencia, de la jueza Camacho.

La única hasta el momento, porque el servicio de justicia en su conjunto, sigue en deuda moral con el país, hasta cuando estén presos todos los delincuentes que lo atracaron, los que despilfarraron los bienes nacionales y hasta cuando devuelvan lo robado durante la década infame. Por ello, si enjuiciaron al yangamanahisca por plagio, deben hacerlo también por peculado; porque hasta para el plagio, utilizaron fondos públicos, pese a que disponían de coimas, sobreprecios, negociados, es increíble cuánta imbecilidad.

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