Redacción TIJUANA, MÉXICO
La caravana migrante que salió de Honduras hace más de un mes rumbo a Estados Unidos estaba dividida ayer en su camino por el noroeste de México, mientras enfrenta constantes críticas del presidente Donald Trump y el rechazo de algunos residentes en la fronteriza Tijuana.
Más de 3.200 centroamericanos habían llegado a Tijuana, su última escala antes de intentar cruzar a Estados Unidos, según cifras oficiales. Pero un estimado de 1.500 se encontraban aún en el camino, a la altura de Mexicali, bloqueados por las autoridades.
EL DATO
El presidente Donald Trump dispuso el envío de hasta 9.000 soldados a la frontera sur.De los que lograron llegar a Tijuana, más de 2.100 se alojan en un hacinado albergue que improvisó el gobierno local. El resto estaba disperso en los numerosos albergues de migrantes que normalmente operan activistas en esta zona fronteriza.
Situación
Ante la saturación de los albergues, las autoridades bloquearon el paso de los autobuses en Mexicali.
Algunos de los miembros, los rezagados, quieren aventurarse a recorrer a pie el último tramo a Tijuana, de más de 180 km.