Una quincena de altos funcionarios del gobierno de Correa participó en las negociaciones.
El 18 de noviembre de 2016, Esteban Albornoz, ministro de Electricidad y Energía Renovable; Jorge Glas, vicepresidente de la República; Rafael Correa, presidente y Xi Jinping, presidente chino, inauguraron la central Coca Codo Sinclair.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto, en 2009 se firmó un contrato de construcción con la empresa china Sinohydro, sin estudios previos, con una capacidad sobredimensionada, un costo de más del doble y con problemas estructurales.
Cuando se adjudicó a Sinohydro, el único estudio de factibilidad databa de 1992 y, recomendaba el desarrollo del proyecto en dos etapas. La primera con una potencia instalada de 432 megavatios (mv) y, la segunda, con una potencia adicional de 427 megavatios, o sea un máximo de producción de 859 mv.
No obstante, en el ‘Plan maestro de electrificación 2007-2016’, elaborado por Alecksey Mosquera, exministro de Electricidad (hoy preso), se pasó sin ningún sustento técnico, a una capacidad de 1.500 megavatios y una construcción en una sola fase. La inversión máxima establecida era de 987 millones, incluyendo una chimenea de equilibrio y la línea de transmisión.
En 2009, en vísperas de concretar el acuerdo con Sinohydro, en un poco más de un mes, a la consultora italiana Electroconsult se le encargó un informe que sustente el aumento de la capacidad. Pero, en ese informe se advirtió que el pico máximo solo podría alcanzarse durante cuatro horas diarias. La Comisión Federal de Electricidad de México (CFE), que formaría parte del consorcio fiscalizador del proyecto, revisó el trabajo de Electroconsult y concluyó que, por pocas horas al día se podía llegara máximo 1.200 megavatios.
Firma de contrato
Sin estudios de factibilidad y con observaciones, en octubre de 2009 se firmó el contrato por 1.979 millones, entre el gerente de Coca Codo Sinclair, Ítalo Centanaro y los representantes de Sinohydro: Song Dongsheng y Yang Huijun. Como testigos estuvieron Galo Borja, ministro coordinador de Sectores Estratégicos y Cai Runguo, embajador de China.
EL DATO
Según el informe preliminar de Contraloría, desde 2015, un año antes de la inauguración, se detectó fisuras y problemas estructurales en el proyecto.
Sin embargo, para obtener el crédito del Eximbank, se estableció un costo total de 2.616,9 millones, sin considerar los 599 millones por la construcción de la línea de transmisión de 500 kv. Esto quiere decir, que a pesar de que el gobierno de Correa reconoció un monto de 2.245 millones, el costo final fue de 3.216 millones.
El monto del crédito del banco chino fue de 1.682 millones.
En la gestión y concreción de todas la operaciones participaron, entre 2009 y 2010, María Elsa Viteri, ministra de Finanzas; Li Jun, representante del Eximbank; Esteban Albornoz, ministro de electricidad; Diego Martínez Vinueza, secretario de Senplades; Diego García, procurador del Estado; Jorge Glas, ministro coordinador de los Sectores Estratégicos (preso); Patricio Rivera, ministro de Finanzas; Madeleine Abarca, secretaria del Comité de deuda; Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia; Rafael Correa (prófugo), presidente; Katiuska King, ministra de Coordinación de la Política Económica y René Ramírez, secretario de Senplades. (JS)