Elección decisiva

MANUEL BÁEZ R.

Definitivamente, el corto tiempo que queda para el proselitismo político. Una vez que se ha iniciado la campaña política el pueblo común tiene la oportunidad de conocer de cuerpo entero a quienes saltan a la cancha para pedir su respaldo que favorezca su candidatura para tal o cual dignidad de elección popular. Parece que ciertos candidatos estaban esperando este momento para interesarse oficialmente para una candidatura. La mayor parte de ellos se lanzan casi agresivamente; parece que son como la leche hervida, que siempre está esperando una oportunidad para derramarse y cuando empieza no quiere detenerse. Entonces, el pueblo inmediatamente forma su criterio y toma su propia decisión.

Todos sabemos que ser político es aquel que rige o aspira a regir los asuntos públicos, es hábil para tratar con la gente observando alta cortesía. Es decir, es un arte con que se conduce un asunto de interés público. Es lo contrario de politiquería.

Ahora bien, todo esto tiene un importante antecedente que es haber constituido una trayectoria personal que sea el único aval que definirá el voto popular. Caso contrario si no tiene trayectoria política, ciertamente que resulta paradigmático aquello de la tenacidad en procura de alcanzar tal o cual dignidad a través de elección popular. Después de un largo periodo sin acciones generales la campaña de esta temporada se hace muy complicada; pues, creer que se puede hacer política sin novela o novela sin política es no saber lo que se quiere creer. Es que ahora nos resulta que la política es novelesca y la novela es política. Por todo esto es que la razón nos une y las verdades nos separan. Que ojalá estas elecciones arrojen resultados positivos para bien de la ciudad y paz social.