Adiós socialismo

Mario Vargas Llosa, con absoluta verdad afirma que, “el socialismo y comunismo están muertos”. La luminosa idea que la sociedad viva en igualdad de condiciones, que exista reparto equitativo de la riqueza producto del trabajo, donde las prioridades son la educación, la salud y el disfrute, fue arruinada, destruida y enterrada por los líderes corruptos, egoístas que luego se transformaron en dictadores sanguinarios, así ocurrió con Stalin en Rusia; con Mao Zedong, en China; Fidel Castro en Cuba; Hugo Chávez, en Venezuela; Daniel Ortega, en Nicaragua; Lula Da silva, en Brasil; Rafael Correa, en Ecuador, entre otros.

Todos aplicaron el sistema fascista con todos sus contenidos, engañaron y asesinaron millones de ciudadanos inocentes y así terminaron con el encanto socio-comunista y acumularon para sí y su familia las fortunas más grandes del mundo, mientras el pueblo se muere de hambre comiendo frejol y arroz cada día. Los principios socialista y comunista están intactos, pero los actores con sus comportamientos malvados desfiguraron su contenido y desorientaron, sembrando desconfianza en las bases.

En la formación humanitaria y académica debemos insistir ahora en que el socialismo dijo adiós, retomemos la educación cívica, la ética, la moral, incorporemos en la mente de los niños y adultos algunas conductas valiosas, como la de los japoneses que dicen: “Lo que no es mío, tiene dueño” y no lo tocan o la devuelven, aun cuando esté en la calle; así como también los principios de justicia y de solidaridad.

Construyamos una nueva corriente política, seleccionemos los principios más importantes del capitalismo, del primitivismo, del socialismo y comunismo y con todos juntos más los hombres capaces y honestos, forjemos la nueva filosofía para gobernar los países del planeta. Haciendo las reformas urgentes a la Ley y Constitución entraremos en la era del respeto, justicia y desarrollo para un vivir colectivo, limpio, o habrá que aplicar la pena la cadena perpetua.

Alberto Einstein dijo: “Los buenos ejemplos son los únicos que impactan positivamente en los demás”. Apliquemos esta filosofía y sigamos el ejemplo de Salvador Allende y de José Mujica.