Simulaciones

El eje transversal de un plan siempre será una comunicación eficiente, los aciertos y desaciertos de lo vivido en el Simulacro cantonal ante el proceso eruptivo del Cotopaxi rayó de ineficaz y tibio, el engranaje de una adecuada comunicación expuso los excesos y negligencias del manejo de la información y lo confuso que resulta diferenciar entre comunicación institucional, uso de nuevas tecnologías e información oficial.


Desde el inicio se “improvisó” todo, desde la creación de un cerco a través de redes sociales, hasta la hegemonización y base o fuente oficial de información como si se tratara de una cobertura ocasional y absurda con narraciones tan contradictorias y poco profesionales de los responsables del proceso de información antes, durante y después del ejercicio de simulación.


Nuevamente queda al amparo el limar asperezas o replantear los roles y responsabilidades de quienes están a cargo de un verdadero Plan de Contingencia; qué pasó en el plan de evacuación y contingencia del Hospital General, del Hospital del IESS, qué sucedió con los centros de educación superior como la UTC, con el sector comercial y empresarial, con los diferentes actores que sumados al civismo colaboraron con esta disposición y puesta en práctica de solidaridad y liderazgo, qué sucedió con el problema de las puertas de acceso y el plan institucional de la terminal aérea, cuántos albergues estuvieron equipados, etc.


“El simulacro fue más una excursión” que un acto de civismo y de conciencia y responsabilidad social, aun acuñamos el decir que: “no estamos preparados aún para enfrentar esta eventualidad”, y esa realidad no sólo preocupa la falta de liderazgo sobre una acción urgente.


Es inaudito que todavía no se gasten recursos comunicacionales que al parecer para los encargados no pasan de las tan desgastadas y trilladas “ruedas de prensa” que de tan mal uso se convierten en cajas resonantes que en verdadera herramienta, de difusión, información incluso de formación y ese derecho es fundamental en la democracia.


Simular, “Nomular”, esa es la cuestión, no sólo por lo absurdo que resulta conceptualizar o abreviar un desacierto o la negligencia pero esto de “Nomular” si parece ser una respuesta para seguir trabajando en un Plan de contingencia integral.