Asilo de Julian Assange provoca un ‘daño incuantificable’

DIÁLOGO. El nuevo embajador de Ecuador en Reino Unido, Jaime Marchán, otorgó una entrevista antes de viajar. (EFE)
DIÁLOGO. El nuevo embajador de Ecuador en Reino Unido, Jaime Marchán, otorgó una entrevista antes de viajar. (EFE)

El nuevo embajador en Reino Unido explica cuál será su papel frente al asilo del activista australiano.

EFE

El nuevo embajador de Ecuador en Reino Unido, Jaime Marchán, viaja próximamente a Londres con el objetivo de fomentar una relación bilateral castigada por el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, pero que considera “no está condicionada por su asilo”.

“Las instrucciones que he recibido son muy claras y se orientan esencialmente en repotenciar las relaciones del Ecuador con el Reino Unido”, explicó en una entrevista este diplomático de carrera que entre 1975 y 1978 fue cónsul y encargado de negocios en la misma legación de la capital británica.

De 71 años y quiteño, desde que fuera designado embajador, Marchán ultima preparativos para viajar la próxima semana a la Embajada ecuatoriana, que desde hace seis años está inevitablemente en el foco público.

Los planes

Marchán se ha fijado entre sus objetivos, “salir un poco de la zona de reflectores mediáticos en relación al tema del señor Assange”, una exposición que no beneficia a los intereses del país, que desde hace más de un año trata de buscar una salida a la situación del activista.

“En los últimos años ha habido un enfriamiento y distanciamiento obligado de las relaciones”, reconoció Marchán al explicar que se debe a dos visiones radicalmente contrarias sobre el asilo.

Así, recuerda que “Reino Unido no reconoce las obligaciones de respetar el asilo en virtud de que no es suscriptor de las convenciones internacionales”, mientras que Ecuador forma parte de esas convenciones.

Ecuador ofreció este año al fundador de Wikileaks que cumpliera un protocolo que estipula normas de convivencia dentro de la Embajada, o que se entregue voluntariamente a la Justicia británica con ciertas garantías.

Otras aristas

Fue en agosto cuando Marchán conoció personalmente a Assange tras ser encargado por el canciller, José Valencia, a que le hiciera llegar una comunicación en respuesta a otra de su procurador, Baltasar Garzón, en momentos en los que ya se dirimía la cuestión del protocolo.

EL DATO
Jaime Marchán reemplazará a Carlos Abad en la embajada.Ante la misión que le toca afrontar, el nuevo pero veterano diplomático defiende que “la Embajada no es un campamento de asilo, sino una misión diplomática que tiene una gestión diaria que cumplir”.

Reveló también que la prolongada situación de asilo, “redujo el espacio operativo de la Embajada y el Estado ecuatoriano tuvo que afrontar un alto costo” y alquilar viviendas fuera de ese inmueble del centro londinense.

“No es una cuestión de dos, tres, cuatro o cinco millones de dólares, es el daño incuantificable que esta situación ha producido al Ecuador en su relación con el Reino Unido”, arguye.

Pero al mismo tiempo cree que ese “enfriamiento” en la relación bilateral allana el camino a la mejora de los lazos diplomáticos y en otros ámbitos como el cultural, político o comercial.

«No dieron resultado ni la nacionalización ni esa frustrada intención de darle un nombramiento diplomático a Julian Assange.”