Pedido especial

Sebastián Vargas

Estamos en el umbral de una nueva campaña electoral para elegir a nuestras autoridades seccionales, y considero procedente solicitar encarecidamente a todos aquellos candidatos a tan importantes dignidades un pedido que seguramente no solamente es el mío, sino de todos los ambateños y tungurahuenses, y es que ante tantas campañas sucias que hemos presenciado en los últimos años es justo que en esta ocasión tengamos un proceso más transparente, para lo cual me permito dar unos sencillos y humildes consejos a tan importantes aspirantes desde esta trinchera de opinión; no calumnien y no desacrediten sin tener pruebas, no hablen demás y sean respetuosos con los contrincantes, guarden la humildad y no se consideren los salvadores de la ciudad o la provincia, que lo más probable es que existan ciudadanos mucho más capaces y preparados que ustedes pero que no les interesa la política, ya mucho hemos tenido con el ejemplo de Rafa como ‘salvador de la patria’ y vean en que terminó todo, aprendan a saludar no solo en campaña, es un principio básico de educación, no armen un ejército de trolls para defenderse en redes sociales y peor aún para atacar o difamar a otros candidatos, esas estrategias de marketing de hoy en día son ruines y desagradables, generen propuestas alcanzables no ofrezcan lo que no van a poder cumplir con el fin de ganar votos, ya que eso se llama demagogia, si actualmente son autoridades no utilicen su ‘efímero poder’ para aprovecharse de la coyuntura momentánea, no inauguren veredas o canchas a última hora, no es prudente y no está bien, sean íntegros en toda la extensión de la palabra, no se unan a quienes alguna vez hablaron mal de ustedes y ahora por conveniencia electoral lo hacen, rodéense de personas que en verdad quieran aportar con ideas y propuestas de valor y no de los bailarines de siempre que se cambian de bando político por conveniencia, de esos hay montones.

A los ambateños, finalmente sugiero que no olvidemos a aquellos que ya ostentaron ciertas dignidades y que nos quedaron debiendo, aparentan ser buenos oradores y políticos con gran bagaje pero al final únicamente obedecen a sus vanidades personales y su eterno afán de protagonismo.