Cinco muertos en tiroteo dentro de una catedral

TRAGEDIA. Autoridades retiran un cuerpo de la Catedral Metropolitana de Campinas tras el tiroteo de ayer. (EFE)
TRAGEDIA. Autoridades retiran un cuerpo de la Catedral Metropolitana de Campinas tras el tiroteo de ayer. (EFE)

Redacción CAMPINAS

EFE

Al menos cinco personas murieron ayer, entre ellas el autor de los disparos, que se suicidó, y otras cuatro sufrieron heridas de diversa consideración en un tiroteo dentro de la Catedral Metropolitana de Campinas, una importante ciudad en el interior del estado brasileño de Sao Paulo.

El ataque ocurrió justo al término de la misa de mediodía, cuando un hombre de 49 años se levantó de uno de los bancos del templo, comenzó a disparar indiscriminadamente contra los fieles y se suicidó, de acuerdo con la Policía.

El autor estaba armado con una pistola 9 milímetros y un revólver calibre 38, con los que efectuó al menos 20 disparos contra las personas que estaban terminando sus oraciones.

Las víctimas
Agentes policiales apostados en la plaza exterior entraron al templo cuando escucharon los primeros tiros y “llegaron a alcanzar” al agresor, quien acto seguido se suicidó con “un disparo en la cabeza”, según declaró el mayor Adriano Augusto, comandante de la Policía Militarizada.

Cinco personas murieron en el lugar, incluido el autor de los disparos, y otras cuatro fueron heridas y trasladadas a hospitales de la región.

Una de las personas heridas tiene 84 años y se encuentra en estado grave tras ser alcanzada en el tórax y el abdomen, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Campinas.

Sin antecedentes
La Policía brasileña abrió una investigación para esclarecer la motivos que llevaron al autor, identificado como Euler Fernando Grandolpho y de profesión analista de sistemas, a cometer tal crimen, explicó el comisario José Henrique Ventura, encargado del caso.

De acuerdo con la investigación preliminar, el agresor no tenía antecedentes penales y actuó solo: “Era una persona fuera de cualquier sospecha en circunstancias normales”, afirmó Ventura.

En el momento del ataque, el número de fieles que aún estaba dentro del tempo era reducido porque hacía pocos minutos que la misa había terminado, si bien algunos aún permanecían en su interior.