Día Segundo

Presentación

El verdadero sentido de la Navidad

Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del Cielo y de la Tierra es nuestro Padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.
Que esta reunión, junto a tu pesebre, nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos alimente de valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad.

Oración inicial para todos los días

¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu padre celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena.

Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, madre tuya y también mi madre, para que, como ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.

Oración final para todos los días

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Lleno de confianza en ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo (aquí se expresa el favor que se quiere alcanzar). Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.

Día segundo

SAN JOSÉ
1. SALUDO

Queremos escuchar hoy lo que el Señor nos quiere decir, por eso estamos alegres. Dios se acerca a cada uno de nosotros y nos habla al oído. Preparemos nuestros corazones para que sea su voz la que escuchemos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. ORACIÓN INICIAL

3. PRESENTACIÓN DEL PERSONAJE DEL DÍA

José era un joven, de 20 o 25 años, que tenía con ilusión de casarse con María. Sin embargo, dudaba y necesitaba una respuesta de Dios sobre lo sucedido.

4. LECTURA BÍBLICA

Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes de que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar discretamente para no difamarla. Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo, tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros. Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. Y sin tener relaciones íntimas ella dio a luz a un hijo, al que puso por nombre Jesús. Palabra del Señor.

5.- Oraciones

Padre Nuestro. Ave María. Gloria

6. MEDITACIÓN

Hemos escuchado que José era un hombre prudente y justo, por lo que no actuó según su primer impulso sino que prefirió meditar y despedir a María de una manera discreta. Él no desespera y Dios se le manifiesta encargándole cuidar de su hijo. José no tarda en hacer la voluntad del Señor y al despertarse hace cuanto le ha sido ordenado. ¿Medito los acontecimientos de mi vida en oración o es una cosa separada de la otra?

Villancicos

Claveles y rosas
Claveles y rosas,
la cuna adornad, en tanto que un ángel, meciéndole está. (bis)

No llores niñito, no llores mi Dios;
si te he ofendido te pido perdón. (bis)

Al niño pastores, venid a abrigar que la noche es fría.
Y empieza a llorar. (bis)
De amores su pecho abrazado está;
quedemos prestos su sed apagar. (bis)

Claveles y rosas,
la cuna adornad, en tanto que un ángel, meciéndole está (bis)
en una cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.


Campana sobre campana
Campana sobre campana
Y sobre campana una
Asómate a la ventana
Verás el niño en la cuna

Belén, campanas de Belén
Que los ángeles tocan
Qué nuevas me traéis?

Recogido tu rebaño
A dónde vas pastorcito?
Voy a llevar al portal
Requesón, manteca y vino

Belén, campanas de Belén
Que los ángeles tocan
Qué nuevas me traéis?