Ellos no son sacerdotes ni monjas, pero intentan recuperar las creencias y los valores de la Iglesia.
Quedan dos pruebas irrefutables de la relación de aprecio entre el Papa Pío IX (o Pío Nono, nacido Giovanni Maria Battista Pellegrino Isidoro Mastai Ferretti; Italia, 1792-1878) y el expresidente ecuatoriano Gabriel García Moreno (1821-1875).
La primera es una carta que le escribió el exmandatario ecuatoriano expresándole su apoyo al Sumo Pontífice; y, la segunda, un busto de mármol de García Moreno que el mayor representante de la Iglesia católica financió, en parte, para que se colocara en Roma.
Detalles de la catolicidad como este son los que han tomado como inspiración los integrantes del movimiento Pío IX, un grupo seglar de la Iglesia ecuatoriana que se formó hace cerca de un año.
Reanimar la fe y volver a principios católicos como el respeto de los 10 Mandamientos son parte de los objetivos del grupo, que tiene como integrantes a jóvenes menores de 30 años. Durante su conformación, Cristian Castañeda, profesor universitario de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), se ha sorprendido de la apertura que tienen las personas para escuchar el mensaje.
Él es uno de los fundadores y, al momento, hay 15 voluntarios que realizan actividades constantes en las que han podido llegar a más de 1.400 personas.
Activismo
Los rezos de El Rosario en parroquias alejadas de la ciudad son algunos de los encuentros que promueven los integrantes de Pío IX. Además, realizan talleres, conferencias y manejan la página Web.
Pero, ¿cómo logran llegar a un segmento de la población que ha perdido la confianza en las religiones en general? Castañeda responde que es necesario “renovar las formas y renovar los principios”, es decir, que se debe llegar a los jóvenes mediante otros discursos.
En su caso, ha encontrado buenas reacciones en los conversatorios e incluso en la academia. Dice que es importante que Ecuador recuerde que desde sus orígenes es un pueblo católico. Explica que en el mundo con el que ellos sueñan, si se vuelve a cumplir con los Mandamientos como “No Robarás”, no habría motivos para que haya corrupción.
Con respecto a los delitos en las que se ha visto involucrada la Iglesia católica, como la pedofilia, Castañeda dice que como en todos los sectores, no se puede juzgar a todos por unos cuantos. Esa es parte de su autocrítica.
Ninguno de los integrantes es sacerdote ni monja, pues su vocación no ha sido esa. Sin embargo, defienden la fe desde sus acciones.
Seglares
Como este grupo, también existen en la ciudad personas que asisten a las parroquias y forman grupos seglares. Uno de ellos es el de Carmelitas Seglares, de la Orden de Carmelitas de los Pies Descalzos.
Vinculadas activamente a la Iglesia de Santa Teresita, ubicada en el sector de la Mariscal, mujeres de todas las edades apoyan a las ceremonias durante todo el año. Todas pueden se parte, pero antes necesitan pasar por un proceso de formación a cargo de los sacerdotes de la Iglesia.
En el mes de julio, cuando se celebran las fiestas de la Virgen de El Carmen, el grupo realiza novenas y jornadas de oración en su honor. La mayoría de sus integrantes son mujeres de 30 años en adelante. (PCV)
Actividad seglar
° Se los conoce como seglares, seculares o laicos. Son personas que están en constante actividad con la Iglesia católica a pesar de que no son sacerdotes ni monjas. Su definición apareció por primera vez en el ‘Concilio Vaticano II’, en el documento Lumen Gentium, número 31: “Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos que están incorporados por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan de las funciones de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo”.