Debe ventilarse con la verdad

Desfachatez, descaro, falta de comedimiento o de respeto a los bienes públicos desde la misma Presidencia, es lo que refleja el informe de Contraloría sobre el uso de los aviones presidenciales durante el correísmo. Decenas de vuelos bajo sospecha a destinos poco adecuados para un régimen que se decía respetuoso de las leyes y el derecho internacional, pero que los pisoteaba sin misericordia.

¿Por qué a paraísos fiscales? ¿Quién iba en ellos? ¿Qué transportaban que no pudiera enviarse a través de canales normales? ¿Qué podrían decir los funcionarios intermedios de la Presidencia de entonces? ¿Alguien podría emplear un poco de su tiempo en preguntar a pilotos, sobrecargos y funcionarios aeroportuarios y aduaneros? ¿Se produjeron desde instalaciones militares o bajo su protección?

Un tema tan escabroso debe ventilarse hablando verazmente y comportándose con integridad. No es de nuestra profesión juzgar la actuación de unos o de otros, pero sí, en nombre de la opinión pública, exigir que tales hechos y sus actores principales y secundarios, de primera o segunda filas, salga a la luz pública. Esos “servicios” tan sospechosos fueron financiados con el dinero de nuestros impuestos.

Genera mucha vergüenza entre los ciudadanos decentes, que en Ecuador son la mayoría. Un sentimiento destructivo, difícil de manejar cuando nos sentimos en la indefensión y víctimas de la burla de manipuladores y simples delincuentes. Hay que sepultar coartadas de los supuestamente implicados, dejando caer sobre cada uno el peso de la justicia y el desprecio de la sociedad.


Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón”. Marguerite Yourcenar Escritora francesa (1903-1987)Olvidemos los fantasmas; esperemos en lo único que existe: en el porvenir”. Rafael Barrett Escritor español (1876-1910)