Se cayó la Ley ‘mordaza’ tras aprobación de las reformas

Ponencias. En una maratónica jornada, el Pleno de la Legislatura aprobó las modificaciones sustanciales a la Ley de Comunicación.
Ponencias. En una maratónica jornada, el Pleno de la Legislatura aprobó las modificaciones sustanciales a la Ley de Comunicación.

Supercom y linchamiento mediático ya no serán amenazas del trabajo periodístico en el Ecuador.

Ocho horas duró el debate. Ocho horas donde más de 30 asambleístas y cinco representantes ciudadanos de la comunicación brindaron su punto de vista para definir, de una vez por todas, las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación.

¿Dejó de ser Ley ‘mordaza’? Para el asambleísta, Jorge Corozo, presidente de la Comisión de Derechos Colectivos que se encargó de recibir, sistematizar y aprobar los informes de reformas antes de la aprobación final, cree que sí. “Le cumplimos al país. Si en el futuro, los ecuatorianos quieren hacerlo mejor, pues bienvenidos sean”, fue su intervención final.

Sólo se requirió de 75 votos afirmativos para que los periodistas ecuatorianos ahora no tengan la figura del linchamiento mediático, que según cifras presentadas dentro del Pleno, la Superintendencia de Comunicación aplicó desde 2013 a 2018 unas 1.188 veces. Recaudando más de dos millones de dólares en multas.

Precisamente, la Supercom también dejó de existir. Un organismo regulatorio generado desde el correísmo para el control de la prensa, televisión y radio, ahora pasará a ser parte del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom).

Un ejemplo de esto es que los trabajadores de la Supercom ahora serán reubicados en la Cordicom y en la Defensoría del Pueblo.

No se tocó la profesionalización para ejercer el oficio del periodismo. En días anteriores este punto generó cierta polémica cuando el asambleísta Corozo planteó que se eliminará dicho requisito para poder trabajar en algún medio de comunicación.

Y como en cualquier debate, hubo cambios de última hora: a pesar de que se había establecido que los medios de comunicación volverían a publicitar bebidas alcohólicas de menos del 5% de intensidad, esto se eliminó por el “bienestar de los niños, niñas y adolescentes” como indicó la asambleísta Viviana Bonilla.

También, la disminución del 60% al 40% de la producción nacional en la prensa, radio y televisión se echó para atrás como propuesta del asambleísta, Pabel Muñoz.

Fuera las normas deontológicas
Las normas deontológicas, que tanta controversia crearon en los últimos años, fueron eliminadas de la Ley. Con el de que la legislación reformada ahora esté alineada con la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión. Esto fue un punto de honor planteado tanto por el relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Édinson Lanza; como de su colega pero para las Naciones Unidas, David Kaye, durante sus visitas al país este año.

Además se determinó la prohibición de la censura previa para autoridades y funcionarios públicos -que en ejercicio de sus funciones- pretendan aprobar o desaprobar contenidos para difundirse.

Se agregó un artículo para proteger a los trabajadores de la comunicación por parte del Estado, y ahora queda en deuda y proyecto la conformación del Comité para la Protección de Periodistas planteado este año por el Secretario Nacional de Comunicación, Andrés Michelena.

Ahora la comunicación pasará a ser un derecho y no un servicio público como se estableció en la legislación anterior. Algo que va acorde con normas internacionales y leyes parecidas en otros países del continente. (JDC)