Sara Serrano Albuja
Se atribuye a San Francisco de Asís la elaboración del primer nacimiento. En la localidad italiana de Greccio, durante la Navidad de 1223, Francisco, según resume ACI Prensa, ”tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los vecinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de gente a reproducir la escena de la adoración de los pastores“. La representación vivencial de la Sagrada Familia se instauró así para los siglos venideros.
Si al amor ecológico de este santo expresado en su cántico Laudato Si, uniésemos una conciencia ambiental, todos elaboraríamos pesebres amigables con el medioambiente. Así lo hizo Luluncoto en Quito. Brilla ese barrio como la estrella de Belén porque su iglesia, San Pedro Apóstol, creó un pesebre gigante con materiales reciclados representando a las 4 regiones del Ecuador.
La construcción de nacimientos ecológicos fue una acertada invitación del Centro Cultural Metropolitano a la ciudadanía, uno de estos nacimientos utilizó reciclaje de bicicletas. La emblemática joya quiteña de San Francisco también abrió al público su tradicional muestra de pesebres. Todo el Centro Histórico atesora bellos nacimientos de la Escuela Quiteña, patrimonio de nuestra identidad.
Mientras la sencillez, la moderación y la conciencia ambiental enriquecen el alma de los sensibles y sencillos, el Gobierno, con la subida de la gasolina, desenmascara su posición tibia de no solucionar las causas reales del desempleo y la pobreza.
La corrupción casi intocada de esta década y el gasolinazo nos pasan una dolorosa factura navideña, sin embargo, la familia amorosa resiste desde el misterio maravilloso de la Navidad, que nos muestra a un Dios que se hizo hombre y vino al mundo para salvar a la humanidad con una radical revolución de justicia y amor. Hay esperanza en la lucha, como dice la canción navideña: “Cuando buscas con ardor y descubres tu verdad./ Cuando quieres forjar una mañana mejor./ Hay paz en tu corazón”.