Disminución de subsidios

Es el objetivo del Gobierno al elevar el precio de los combustibles, que dado el desorden económico, el despilfarro y la corrupción de la década robada, algún momento tenía que llegar, era algo inexorable; por lo pronto la inyección va de a poco, primero fue la gasolina Súper, ahora le tocó a la Extra y Ecopaís, el incremento es de 37 centavos por galón, no serán afectados ni el diesel, ni el gas de uso doméstico; muchos ecuatorianos expresan con buena dosis de razón, que previo al anuncio de este paquetazo navideño, Lenin debió decirnos: ¿Cuánto dinero se ha recuperado del que se llevaron sus examigos correístas? Qué arbitrario e injusto resulta que el Estado, lo que perdió en corrupción, lo quiera recuperar en impuestos, eso es robarle dos veces al pueblo.

¿Qué ha hecho con las denuncias que con santo y seña le entregó F. Villavicencio sobre las rutas del dinero, en los millonarios atracos petroleros? ¿Por qué no sigue eliminando burocracia inoficiosa, como la tal subsecretaria del poder del mercado, el mercado está regido por la ley de oferta y demanda, para su control están los intendentes y comisarios, lo demás solo es gasto inútil? ¿Cuándo se eliminan los sueldos vitalicios al menos a exdignatarios corruptos y las asignaciones a los partidos políticos? ¿Cuándo se disminuyen los supersueldos de la burocracia dorada, pero no en el ridículo 5% planteado para los de rango superior, que si ganan $4.000 les rebajarán $200 ‘¡qué sacrificio!’ mientras tanto regatean por elevar en miserables 8 dólares el salario básico.

Ni un centavo más para el prófugo vago Assange y que se largue de nuestra Embajada. Los asambleístas como ‘padres de la patria’ deberían dar ejemplo de austeridad rebajándose al 50% sus abultados sueldos. Tal vez con la última alza de los combustibles nos resignamos a no recuperar nada de los $70 mil millones que dijo el BID se ‘esfumaron’ en el gobierno de Correa. Esto lo hubiéramos querido aclarar antes de las medidas; estamos conscientes que son necesarias, no queremos ser otra Venezuela, con la gasolina más barata que el agua envasada o con gas licuado de petróleo tan barato como el aire, pero sin trabajo, sin medicinas ni alimentos.

Por ahora al gas ni mirarlo, es muy inflamable y todo gobierno sabe que puede explotar si se toca su precio, pero no hacerlo es como tener una burbuja, si su presión no es liberado poco a poco, en algún momento también estallará. Feliz navidad a todos.

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