Empezamos mal

Daniel Jerez

Luego de que los monigotes se hicieran cenizas, el sonido y la luz brillante de los juegos artificiales desaparezca del cielo, amanecemos en un nuevo año, que como esperábamos sea lleno de paz, solidaridad y de cumplimiento de los mejores deseos enfocados en esos abrazos de media noche. Sin embargo, las redes sociales y los medios de comunicación de turno iban avisando y alarmando a la comunidad con noticias trágicas que ocurrían cerca de nosotros.

Es así, que nos enterábamos de que un ciudadano era quemado vivo acusado de robo, otro era asesinado por una gresca luego de una fiesta y horas más tarde otro se había quitado la vida porque no soportaba más tantos problemas. Fue inevitable sentir el desaliento, la desesperanza, el asombro y la desilusión de iniciar el nuevo año sabiendo que las cosas no habían cambiado, de que ya no hay solidaridad en la gente, de que la tristeza invade el alma de algunos y de que podemos estar deshumanizados para violar el derecho a la vida de otro bajo cualquier pretexto o circunstancia.

Empezaba la gente y los comentarios en esas frías redes sociales que un día antes daban sus mejores deseos de vida para el nuevo año, ahora celebraban la muerte porque estaban cansados dicen de la delincuencia o se convertían en unos nacionalistas xenofóbicos al enterarse que un extranjero era sospechoso de asesinato. Iniciaban con el odio característico de almas puras detrás de un teclado que nuevamente iban reflejando lo que en realidad somos y todo ese espíritu de navidad, paz y solidaridad era parte únicamente de la decoración de las fiestas comerciales de diciembre.

Como ciudadano, padre de familia y educador busco respuestas o razones ante estas situaciones que parecerían lejanas pero suceden muy cerca, quiero saber qué debemos hacer en el cotidiano vivir, qué parte del sistema es la más podrido. Cuestionamientos que surgen y podrían afirmar que efectivamente la hipocresía moral del abrazo navideño y de año nuevo al que se nos cruce en plena celebración, son cuenta de un día más para empezar de nuevo con el odio y el egoísmo durante el siguiente. No dejemos que esto siga, seamos buenas personas y tengan la bondad de ser felices.