Millonadas ¿de qué?


MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Tantas cosas que pasan y muchos dicen Bien Gracias, votando por quien no se debe, sólo participa el que tiene dinero para comprar votos, votando por quien no se debe, ya es hora que el gobierno no surta la campaña eleccionaria y se limite el número de partidos políticos, en esta vez será caso Ripley. Nos queda la reminiscencia del pasado, la plata se esfumó con el robo descarado y la suerte de los ecuatorianos quedó flotando en el ambiente, pagando deudas mal habidas y lo peor de todo es que el señor dinero de quienes nos hemos jubilado luego de trabajar más de 45 años a carta cabal fue cogido sin derecho y nuestra salud quedó a la deriva.

De la salud da pena hablar, para muchos más rápido llega la muerte que la atención médica; el cambio de autoridades lo dice mucho, unos suben queriendo poder y bajan por no poder más rápido que inmediatamente, sólo queda el recuerdo de la buena enseñanza que tuvimos hace varios años y la urbanidad recibida para ponerla todos los días en práctica; hoy abunda la gente sin ética y sin moral , inoficiosa y sin educación, con complejos a millar y muchos en pos de trabajo.

Llegaste año 2019 y lo que nos espera es doloroso, sin dinero para comer, para atender la salud y para medio vivir. Con fortaleza y en base a lo vivido queda el positivismo, el emprendimiento y las bendiciones que esperamos que se derramen en el Ecuador, fundamentalmente el trabajo. La formalidad ante la denuncia presentada por el Gobierno ante la Fiscalía General del Estado detalla los informes íntegros presentados por la ONU, con esta certeza de lo encontrado ¿Qué opinaran los defensores de la corrupción que trataron de acallar y ocultar el robo descarado?

Las conclusiones de los informes internacionales son catalogadas como vergonzosas y escandalosas; ¿pero será esto todo? Hace falta determinar el robo al IESS, los proyectos hidroeléctricos y tantas manchas más que no pueden quedar en el limbo; el listado de las millonadas que se llevaron está en suspenso, pero sumado a todo lo ocultado es mucho más. Las denuncias deben salir a flote y la justicia actuar con mano firme, sin temor ni dolor.

Los millones sustraídos deben volver a las arcas fiscales, decomisando a los que de la noche a la mañana se volvieron ricos y locos, figuretes y vanidosos en base al robo, a la coima y al tanto por ciento.