Padecer vergüenza ajena

Muchos consideran que la próxima Corte Constitucional, por su previsible integración, será de las más sólidas en décadas. El nivel profesional y ético de quienes trabajan en su formación definitiva así lo garantiza. El rompecabezas del sistema judicial y el fiscalizador poco a poco se van “armando” con la elección en los próximos días del Fiscal General y el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio.

Nuestro sistema democrático no puede consolidarse, si no se cuenta con una verdadera justicia imparcial, libre de corruptelas y con operadores probos. Tampoco si las funciones del Estado no operan sobre la base de los pesos y contrapesos que transparenten todas sus gestiones y acciones. En ese camino también van la Contraloría y la Defensoría del Pueblo. Por ese tamiz han pasado o están pasando el Consejo de la Judicatura y el CNE.

Sin embargo, persiste una percepción de que queda mucho por transformar desde abajo hacia arriba. El anuncio de juicios a connotados cabecillas del correísmo acusados por corrupción las abonan, en particular el de Pedro Delgado, primo del expresidente Correa, prófugo de la justicia residente en Estados Unidos.

Vuelven a la memoria imágenes de la mascarada de su viaje a la boda de un hijo y su regreso “a dar la cara”. Nos anima la esperanza de que, con el remezón que se clama que ocurra en la Justicia ecuatoriana y sus instituciones de control, algo como esto pueda prevenirse. Para los ecuatorianos todos padecer vergüenza ajena, es como padecer la propia. Algo intolerable, por donde quiera que se mire.


Lo esencial no es comprenderse, sino entregarse”. Rafael Barrett Escritor español (1876-1910)

El verdadero heroísmo consiste en convertir los sueños en realidades y las ideas en hechos”. Alfonso Rodriguez Castelao Escritor gallego (1886-1950)