Hallan dos cadáveres en la quebrada del Machángara

LABORES. Los ‘casaca roja’ recuperaron uno de los cadáveres en la quebrada del Machángara. (Cortesía: Cuerpo de Bomberos)
LABORES. Los ‘casaca roja’ recuperaron uno de los cadáveres en la quebrada del Machángara. (Cortesía: Cuerpo de Bomberos)

Los decesos no tienen relación entre sí. Uno de los cuerpos es de un venezolano que estaba desaparecido.

La muerte se presentó por partida doble en la quebrada del río Machángara. Rescatistas del Cuerpo de Bomberos y personal de la Policía Nacional llegaron para recuperar dos cuerpos sin vida, que estaban en la zona de El Playón de La Marín, en el centro de Quito.

Los agentes restringieron el paso a extraños. Al sitio solo podían ingresar peritos de la fuerza pública, para estudiar el estado de los cuerpos, ambos de sexo masculino.

Las autoridades confirmaron que dichas muertes no están relacionadas entre sí. Los dos cadáveres estaban separados por una considerable distancia, además el tiempo de muerte no era el mismo, según lo que pudieron determinar los uniformados.

Hallazgos
El primer cuerpo fue encontrado cerca de las 14:00 del miércoles. Se trataba de un hombre de aproximadamente 25 años que aparentemente vivía en la indigencia. Quienes lo encontraron fueron unas personas que recogían desperdicios junto a la vía que conecta al barrio Cumandá con El Playón.

EL DATO
Ambos cuerpos fueron llevados a la morgue para efectuar la autopsia de Ley. Entre la maleza identificaron la humanidad del joven, que presentaba un sangrado en la nariz. Inicialmente creyeron que se trataba de una persona ebria, pero luego confirmaron que no respondía a ningún estímulo. Ya no tenía signos vitales.

Durante la confusa situación aparecieron unos ciudadanos venezolanos comentando que no sabían nada de un compatriota y amigo suyo, cuyo paradero desconocían desde hace cinco días. Ellos querían confirmar si el finado que hallaron en esa zona era el individuo al que buscaban, pero no se trataba del mismo sujeto.

Perseveraron
Los venezolanos no se desanimaron y continuaron buscando por los alrededores del molino El Censo. Fue entonces que se reportó que había un segundo cuerpo sin vida, pero unos metros más abajo del sitio donde fue hallado el presunto indigente.

Identificar el segundo cuerpo era tarea complicada, pues ya estaba en estado de putrefacción. No obstante, uno de los amigos del ciudadano venezolano recordó que llevaba una cadena puesta en el cuello y también un tatuaje.

Esos detalles sí fueron identificados en el cadáver del hombre de 34 años.

Según el estado del cadáver, se presume que el individuo permaneció sin vida de seis a ocho días. El cuerpo no presentaba huellas visibles de haber sido violentado con armablanca o de fuego. (FLC)