Ataque del EI en Siria, duro golpe a Trump

GUERRA. Convoy de tropas estadou-nidenses en Siria.(EFE)
GUERRA. Convoy de tropas estadou-nidenses en Siria.(EFE)

Redacción WASHINGTON, AFP

Apenas cuatro semanas después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, declarara la victoria sobre el grupo Estado Islámico (EI), los yihadistas perpetraron ayer un brutal ataque en Siria que puso de relieve una realidad muy diferente en el terreno.

Cuatro estadounidenses, incluidos dos soldados, están entre las víctimas mortales por un atentado suicida en un restaurante en la ciudad clave de Manbij, al norte de Siria, en el ataque más letal contra las fuerzas norteamericanas desde que se desplegaron en este país en 2015.

Trump afirmó el 19 de diciembre que Estados Unidos y sus aliados habían «derrotado» al EI, y ordenó una retirada inmediata de sus tropas de esta nación devastada por la guerra.

Mientras muchos estadounidenses aplaudieron la decisión de Trump, hartos de años de conflictos costosos y aparentemente interminables, observadores dijeron que el ataque del miércoles muestra que la medida fue demasiado apresurada.

“Orden imprudente”
Según Charles Lister, miembro del Instituto de Medio Oriente, el ataque demostró que ahora el EI puede encabezar una leve insurgencia en Siria.

Así es «precisamente como esta organización yihadista se ha adaptado y ha vuelto al ataque otros años», sostuvo Lister.

«La orden de Trump fue imprudente e impulsada mucho más por preocupaciones políticas internas que por hechos en el terreno», agregó.

Para reforzar su argumento de que el EI había sido derrotado, Trump destacó la cantidad de territorio que el grupo había perdido desde que declaró un «califato» en franjas de Siria e Irak en 2014.

Pero los yihadistas todavía controlan pequeñas zonas en el valle del río Éufrates, y se cree que miles de combatientes permanecen en Siria.

«Sugerir que ISIS está ‘derrotado’ porque ya no controla territorio es fundamentalmente malinterpretar cómo el ISIS trata de operar”, dijo Lister.