Redacción IMBABURA
Los lugares donde antes se apostaban hasta grupos de 10 venezolanos lucieron vacíos. Ante los acontecimientos dados el pasado domingo en la ‘Ciudad Blanca’, donde un grupo de ciudadanos enardecidos corretearon a migrantes para exigirles que se fueran de la ciudad por el asesinato de Diana Carolina, las calles de Ibarra, especialmente los semáforos, lucieron vacías de personas ejerciendo el comercio ambulante.
Los migrantes ya no se encontraban en estos sitios, ni limpiando vidrios, mucho menos vendiendo bebidas energizantes. Las calles no eran el único sitio donde se apostaban los ciudadanos extranjeros para pedir una colaboración, también lo eran los parques principales como el Pedro Moncayo y La Merced. En estos sitios tampoco estaban.
Yarli López, venezolana que lleva más de dos años viviendo en Ibarra, vio a través de redes sociales lo que pasaba con sus compatriotas y comentó que siente miedo de salir a las calles y la tachen de una asesina.
Se conoció que algunos huyeron a otros cantones de la provincia por su seguridad y que hasta durmieron en veredas la noche del domingo. Por otro lado, otros permanecen en sus cuartos de arriendo con temor a salir. (RI)