Algo no huele bien en la CNT

Aunque los rumores iban y venían, la confirmación de que se concesionará la administración de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) por un periodo de 20 años, no dejó de causar sorpresa en la opinión pública, pues se trata de la empresa estatal más rentable y competitiva entre todas las que son de su propiedad. En las telecomunicaciones es, sin dudas, la “joya de la corona”.

Los próximos cuatro gobiernos estarían anclados al contrato que se firme y a la empresa que gane esta insólita lotería. El proceso de licitación lo anunció quien parece el principal asesor de la Presidencia, que anteriormente también conjeturó la construcción de un posible “tren playero” sobre el cual guarda un prudente silencio. Al respecto, hubo entonces críticas y hasta burlas de algunos sectores.

El Asesor dijo que el Gobierno obtendría 4.000 millones de dólares, algo que devela una vez más la necesidad de financiación que tiene el régimen y que constituye su principal “talón de Aquiles” en 2019 y lo será hasta la conclusión de su mandato. Una agobiante necesidad que podría ser, en este caso, un mal negocio del que a la corta o a la larga saldrían perjudicados los ecuatorianos de hoy y de mañana.

Sobre los 4.000 millones, el propio asesor sembró reservas y dudas, pues dejó entrever que se recibirían prorrateados a lo largo de los 20 años del contrato, a razón del 25% de las utilidades de la Corporación. Un cuentagotas inconveniente para las arcas vacías de hoy y que deja de lado las realidades cambiantes del mercado de cara al futuro. En términos shakesperianos: algo no huele bien en la CNT.


La violencia es el último recurso del incompetente”. Isaac Asimov Escritor estadounidense (1920-1992)Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad”. William Hazlitt Literato inglés 1778-1830)