La tierra será inhabitable

LUIS REINOSO GARZON

Una fiebre de codicia se ha apoderado de gran parte de la población mundial, a tal punto que pronto la tierra será inhabitable, el problema es que son tantas las cosas que pasan a tal punto que nos vamos anestesiando y acostumbrando y hasta contagiando de hacer cosas que destrozan los pocos recursos que nos quedan.

Los más exuberantes bosques naturales con una increíble diversidad biológica son arrasados o se convierten en plantaciones industriales, que transformarán lujosos artículos de consumo que luego se convertirán en basura.

Ríos grandes, medianos, pequeños, que dan vida a extensos territorios son desviados para inundar valles y convertirse en lagos artificiales, focos de enfermedad y productores de muerte para que podamos encender televisores, planchas, microondas, aspiradoras y los carteles publicitarios que invaden nuestras ciudades.

Las montañas no se quedan atrás, sufren alteraciones inesperadas que en poco tiempo son explotadas, trituradas, pulverizadas, intoxicadas y abandonadas una vez que se ha finalizado con la tarea de sacarle todo el recurso solo por la voracidad del valor económico.

Tres cuartas partes del planeta es agua, nuestros océanos, que nos enseñaron desde pequeños a disfrutarlos; pero lo que no nos dijeron es que, durante el transcurso de nuestra corta vida, la mayor parte iba a ser contaminada, con miles de millones de plásticos, saqueados sus recursos y que se iban a extinguir gran cantidad de las especies que le daban vida.

Mientras algunas personas gastan cientos o miles de dólares en un manjar exótico, un vino añejo, en joyas, en pieles, en cirugías estéticas y hasta en viajes espaciales, muchísimas otras, que bordean los mil millones, están desnutridas, sumidos en la pobreza, nada para darle de comer a sus hijos; tampoco tienen agua potable para beber.