Juan Sebastián Vargas
Las imágenes que observamos esta semana son elocuentes y desgarradoras, un delincuente toma como rehén a una mujer embarazada y la policía tuvo 90 minutos para poder neutralizar la situación y no lo pudo hacer, al final comete un femicidio aterrador y que ha conmocionado a todo el país, la pregunta es; ¿se trata de negligencia? o es el temor a ser juzgado por esas leyes incomprensibles que nos dejaron en esta última década, un delincuente de esa naturaleza y en pleno delito flagrante debía ser abatido en el acto, eso se lo haría en cualquier lugar del mundo, pero no, en el Ecuador eso no pasa ya que el Oficial puede terminar en la cárcel y probablemente el protocolo al cual deben someterse implica que el disparar puede acarrearle más problemas que el no hacerlo ¿es incoherente?, pues sí, y es que lamentablemente no existe argumento válido que permita generar la mínima posibilidad de duda, ¿hablan de derechos humanos? pues resulta que cuando un criminal asesina a una persona ha despojado a dicha persona de un Derecho Humano fundamental, el Derecho a la Vida justamente.
Los derechos humanos según Amnistía Internacional implican crear condiciones indispensables para que los seres humanos vivamos dignamente en un entorno de libertad, justicia y paz y eso no está sucediendo en nuestro país, los ecuatorianos pagamos impuestos todos los años con el fin de contar con los beneficios que todo estado debe garantizar a su población entre ellos la seguridad y los ecuatorianos sentimos todo lo contrario, ¿culpar a los venezolanos? sería un juicio mediocre y sesgado, la migración es una característica que han vivido muchos países del mundo, por tanto, no se trata de nacionalidad, eso es caer en la xenofobia.
Hemos palpado con fuerza la perversidad humana en estos primeros días del año con los casos de “Diana”, “Martha” y “Evelyn”, muchos ecuatorianos sentimos impotencia ante la pasividad de la justicia y de la fuerza pública, las víctimas son justamente mujeres y es el más claro ejemplo que vivimos en una cultura violenta y machista, necesitamos endurecer las leyes, requerimos de una justicia más eficiente, no puede ser posible que se sigan amparando a agresores y delincuentes.