Compartir maquillaje, el nuevo negocio en China

VARIEDAD. Desde cremas hidratantes hasta sombras se encuentran en las cabinas.
VARIEDAD. Desde cremas hidratantes hasta sombras se encuentran en las cabinas.

Con 5 dólares, las usuarias pueden estar 15 minutos y utilizar todo lo que necesiten.

Redacción PEKÍN

EFE

Tras escanear un código QR, la puerta de una cabina unipersonal se abre y un tocador con productos de belleza de lujo se extiende sobre la mesa, disponible para que quien lo desee pueda retocarse el maquillaje ante una urgencia de belleza en pleno centro comercial de Pekín.

Esta es la nueva y polémica apuesta con la que una empresa china pretende revolucionar el mercado de los cosméticos en el gigante asiático, uno de los mayores del mundo, ofreciendo la oportunidad de compartir con desconocidos productos de belleza de alta calidad.

Tras pagar 28 yuanes (unos 5 dólares), Fue Jie aprovecha su descanso de la comida para disfrutar de 15 minutos en este minisalón de belleza. Primero se retoca con unos polvos de maquillaje, da volumen a sus pestañas y finalmente utiliza una barra de labios para un toque de color.

De todo

Maquillaje, sombra de ojos, cremas y pintalabios de algunas de las marcas extranjeras más exclusivas están al alcance de cualquiera que lo desee en este pequeño tocador, donde una cámara de seguridad vigila todos los movimientos de las clientes para evitar que nadie caiga en la tentación de llevarse uno de estos caros productos de belleza.

La creadora de este habitáculo, Han Shuqi, explica que su compañía quiere promover “el concepto de compartir el maquillaje”, algo nuevo en el país asiático, donde otras iniciativas de servicio compartido sí han triunfado, como el alquiler de bicicletas, los cargadores para móviles e incluso los paraguas.

“Nuestra cabina ayuda a reducir el gasto en maquillaje. Por ejemplo, si compras un pintalabios y no te gusta el color, perdiste el dinero”, dice. Cada marca de cosméticos paga 1.500 yuanes (222 dólares) a su empresa para poder exponer sus productos en la cabina, que funciona a modo de probador, ya que también incorpora un código al lado de cada artículo que facilita su compra en caso de que la clientela lo desee.

En desacuerdo

En las redes sociales chinas, sin embargo, muchos han expresado su preocupación por los problemas de higiene que supone compartir productos tan íntimos como una barra labial, así como el alto coste de este servicio compartido.

“No es nada higiénico”, critica un usuario en Weibo -el Twitter chino-, donde otras personas opinan que resulta más rentable comprar los productos de belleza antes que compartirlos con desconocidos.

Respecto a las críticas, Han asegura que su empresa funciona igual que otros puestos donde grandes marcas maquillan a las clientes para promocionar sus productos.

37
MILLONES de dólares, aproximadamente, fueron las ventas de maquillaje en China, en 2017.

EL DATO

En otras ciudades como Shanghái, Wuhan o Cantón se han instalado las cabinas de belleza.