Un acuerdo mañoso e insultante

Si grandes sectores de la opinión pública se habían pronunciado contra la exigencia del pasado judicial a extranjeros que ingresaran al país, en particular a venezolanos, el reciente acuerdo ministerial entre la Cancillería y el Ministerio del Interior tampoco es aceptable. También dirigido en lo fundamental a la migración procedente de Venezuela, no deja de evidenciar discrimen, intransigencia, intolerancia y xenofobia.

Solo en determinados casos se pedirá el pasado judicial, dice el acuerdo, pero ¿cómo se determinan esos casos y sobre la base de qué elementos de juicio? Por otra parte, no aplicará a quienes mantengan vínculos familiares hasta el segundo grado de consanguinidad o de afinidad con ecuatorianos, y posean una visa de residencia en Ecuador que sea válida y vigente. ¿Cómo, mediante esta barrera, obtenerla?

Montalvo, Alfaro y Velasco Ibarra recibieron los beneficios del exilio y garantías de libertad en países hermanos, que ahora se hacen casi irrealizables a quienes huyen de una despiadada dictadura. El acuerdo interministerial es, dada su hipocresía y mañosería, inadmisible e insultante contra la dignidad de la persona humana. Ecuador no puede permanecer en silencio ante este cúmulo de desaciertos.

¿Tuvieron a la vista los firmantes del acuerdo la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyos fundamentos sostienen nuestra Constitución y leyes? Para colmo, el acuerdo pasa por alto la historia ecuatoriana y aquellos de sus momentos en que Venezuela, generosa y humanitaria, abrió sus puertas a miles de compatriotas nuestros necesitados de abrigo, libertad, trabajo y protección.

«No quiso la lengua castellana que de casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia”.

Lope de Vega
Poeta, novelista y dramaturgo español (1562-1635)

«¿Por qué nos alegramos en las bodas y lloramos en los funerales? No somos la persona involucrada”.

Mark Twain
Escritor y periodista estadounidense (1835-1910)