“Nuestra” campaña

Ángel P. Chaves Álvarez

A través de mi teléfono recibí hace pocos días un mensaje de un ciudadano que se quejaba amargamente de lo que él llamaba “los políticos”, a los que endosaba la responsabilidad de todos los males. Al leerlo, me asaltó la pregunta : ¿y esos malandrines que ostentaron y ostenta tantas y tantas dignidades públicas, están allí quizás por su propia y única voluntad, o tal vez por la voluntad de un poder sobrenatural o extraterrestre?. La respuesta obvia es NO; ellos son el resultado de NUESTRA voluntad expresada en las urnas.

El próximo mes tendremos la oportunidad nuevamente de elegir dignatarios para los gobiernos locales y estamos expuestos a volver a equivocarnos. ¿Volveremos a elegir por las palabras bonitas, las ofertas más atractivas, los ojitos verdes o cualquier otro atributo físico de los candidatos y desde luego de las candidatas?. No en vano elegimos presidente al demagogo que encarnaba el anhelo de justicia de las masas cansadas de las mentiras y fracasos de lo que él llamó la “partidocracia”. ¿Acaso no aprobamos una constitución que posiblemente pase a la historia como el mamotreto más monumental que ha sido expedido en el Ecuador, elaborada por una asamblea cuyos miembros fueron también elegidos por nosotros?.

Es hora ya de asumir responsablemente nuestra calidad de electores. Si encontramos en las listas candidatos que creemos que valen la pena, no dejemos su suerte a las posibilidades del grupo que lo respalda; asumamos militantemente la acción de promover su candidatura, difundamos entre las personas de nuestro entorno sus virtudes y sus propuestas, sin interés personal alguno; hagamos entonces “nuestra” campaña. Es posible que así no tengamos como autoridades a quienes están en la posibilidad de gastar más, sino a quienes realmente tienen un compromiso con su cantón, su parroquia o su provincia y están en la mejor condición para cumplirlo cabalmente.