Nicaragua, ¿otra Venezuela?

Las autoridades nicaragüenses siguen reprimiendo con contundencia las protestas, situación que ha dejado más de 100 muertos y cientos de heridos, sumergiendo al país en una aguda crisis política y económica. Pero, el asunto es mucho más grave. Y tiene varios escenarios:

El régimen está debilitado en su credibilidad y apoyado por las fuerzas represivas, mientras intenta mantener la cohesión de sus bases.

La oposición, en tanto, que es una suma de sectores diversos que comparten el objetivo de sacar al presidente Daniel Ortega del poder, corre el riesgo de fractura si las conversaciones se prolongan.

Y si el Presidente mantiene su postura de no ceder en la democratización, se está corriendo el riesgo de una guerra civil.

Podría ocurrir que, en paralelo al diálogo, se intensifiquen las manifestaciones como presión para que Ortega acceda a salir del poder en el menor tiempo. “El verdadero diálogo está en las calles”, dicen los activistas que añaden que como no ha pensado irse, no queda más remedio que elevar la resistencia.

Otra variable es convencer al sector privado, otrora aliado del gobierno, para convocar a un paro nacional.

Ortega, a su vez, podría decidir seguir reprimiendo, pero arriesgando una condena internacional y sanciones, lo cual, por supuesto, a los déspotas no les importa. No obstante, la situación está en un punto que, aunque Ortega pudiese acabar con las protestas, ya es incapaz de mantener la paz social. Por lo visto, entonces, como están las cosas, otra Venezuela se avecina a grandes pasos.

«No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo”.

Rabindranath Tagore
Filósofo y escritor indio (1861-1941)

«Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos”.

Octavio Paz
Poeta y ensayista mexicano
(1914-1998)